El expresidente panameño Ricardo Martinelli llegó este lunes a Panamá, tras ser extraditado por Estados Unidos, para responder ante la justicia de su país por cargos de espionaje contra opositores durante su gobierno.
La cancillería panameña informó que, a las 08h44 locales (13H44 GMT), el gobierno de Estados Unidos 'hizo entrega formal en territorio panameño del señor Ricardo Martinelli Berrocal, cumpliendo con la orden de extradición autorizada por el subsecretario de Estado John Sullivan'.
Escoltado por alguaciles federales, Martinelli había salido unas tres horas antes en un vuelo de Jet Logistics del aeropuerto ejecutivo de Opa Locka, de Miami.
Antes de abordar el avión, saludó a periodistas que se encontraban en el aeropuerto estadounidense. Vestido de beige y esposado de manos, el expresidente (2004-2009) dijo a los reporteros: '¡Estoy listo para ver el Mundial!', haciendo un gesto con el pulgar arriba. Panamá calificó al torneo, que comenzará este jueves.
'El señor Martinelli viene por los dos delitos por los que se le acusa, que son inviolabilidad del secreto y el derecho a la intimidad y contra la administración pública, que es lo que se conoce como peculado', dijo el vicecanciller panameño, Luis Miguel Hincapié, al canal TVN-2.
Hincapié añadió que Panamá ha pedido también a Estados Unidos la extradición de los hijos de Martinelli, Ricardo y Luis Enrique, acusados de cobrar 56 millones de dólares en comisiones a la empresa brasileña Odebrecht para facilitar trámites burocráticos y otros servicios.
Martinelli era pedido por Panamá por malversar fondos para crear una red de espionaje que alcanzó a 150 personas durante su mandato, incluyendo periodistas y políticos.
La justicia panameña lo investiga también por una veintena de otros casos de corrupción. Pero bajo el tratado de extradición con Estados Unidos, que entró en vigor en 1905, el expresidente solamente puede ser procesado en su país por los delitos por los cuales fue pedido en extradición.
Su portavoz, Luis Eduardo Camacho, dijo que Martinelli espera presentar su candidatura como alcalde, diputado e incluso vicepresidente, ya que no han pasado los diez años requeridos para volver a postular a la presidencia.
'Favores' a EEUU
Tras trasladarse a Miami en 2015 para eludir los procesos judiciales que sumaba en su país, Martinelli fue detenido el 12 de junio del año pasado y ha estado preso en esta ciudad desde entonces.
Multimillonario empresario de supermercados, accedió al poder con el 60% de los votos y un discurso contra la corrupción.
Sin embargo, tras su paso por el gobierno, se acumularon las denuncias por escándalos de corrupción, delitos financieros y espionaje.
El exgobernante afirma que su pedido de extradición es una 'vendetta' política de Juan Carlos Varela, su exvicepresidente y actual mandatario, que supuestamente lo habría traicionado.
Su equipo legal había intentado detener la extradición alertando que el expresidente corría el riesgo de ser torturado si era detenido en su país, pero el Departamento de Estado estadounidense desestimó este argumento.
Los abogados también apoyaron su caso diciendo que Varela había mostrado 'falta de compromiso' con los intereses de Estados Unidos, por ejemplo cuando rompió relaciones con Taiwán y las reestableció con Venezuela.
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Dijeron que, en cambio, Martinelli sí había hecho 'favores' a Estados Unidos, por lo cual esperaban reciprocidad.
'Cuando la CIA me pidió que interceptara un barco norcoreano que estaba dejando Cuba y cruzaba el canal de Panamá, yo no pestañeé', escribió el propio Martinelli en una carta pública.
No obstante, estos argumentos no bastaron.
El expresidente panameño Martín Torrijos (2004-2009) dijo el pasado fin de semana que el futuro de Panamá 'está en juego' con la llegada de Martinelli, porque va a poner 'a prueba' las instituciones del país.