22/11/2024
02:45 AM

Madre hondureña en 'santuario' pide a Trump estar con su familia

  • 08 mayo 2018 /

La inmigrante hondureña refugiada en la iglesia First Unitarian, en Salt Lake City, Vicky Chávez, explicó que fue una decisión difícil refugiarse en la iglesia.

Carolina del Norte, Estados Unidos

Madres inmigrantes que viven actualmente en “santuario”, separadas de sus hijos debido a las duras políticas de la Administración del presidente Donald Trump, piden una oportunidad para quedarse en los Estados Unidos junto a sus familias.

A falta de escasos días para el Día de las Madres en Estados Unidos este domingo y el jueves en México, jornada que celebran muchas madres inmigrantes, estas mujeres dicen que su mayor temor es que las separen de sus hijos.

“El miedo a la deportación ha afectado mucho a mi familia”, dijo hoy entre lágrimas la guatemalteca Juana Tobar, refugiada en la iglesia episcopal St. Barnabas en Greensboro (Carolina del Norte).

Vea: Comité legal de Boston luchará por los 44,000 hondureños sin TPS

Tobar, quien el próximo 31 de mayo cumplirá un año en santuario, explicó que tiene cuatro hijos, dos ciudadanos de los EE.UU. y otros dos amparados bajo la Acción Diferida (DACA), y el más pequeño de ellos, de 16 años, está “muy triste” y creen que pueda sufrir “depresión”.

La inmigrante, quien dijo sentirse frustrada porque el Gobierno no “valora” que su único deseo es trabajar en favor de su familia, está casada con un ciudadano estadounidense, aunque no ha podido regular su estatus migratorio debido a una orden previa de deportación.

Participó en la misma teleconferencia Vicky Chávez, inmigrante hondureña refugiada en la iglesia First Unitarian, en Salt Lake City, en el estado de Utah.

“Tengo 97 días en santuario, estoy esperando que puedan reabrir mi caso y acepten mi solicitud de asilo político”, dijo Chávez, quien explicó que fue una decisión difícil refugiarse en la iglesia, donde vive con sus dos hijas, de seis años y diez meses, respectivamente.

La inmigrante llegó a Estados Unidos en 2014 huyendo de violencia doméstica y amenazas de muerte, pero ahora su “mayor temor” es que la separen de sus hijas”.

Por eso, pide a la Administración Trump la posibilidad de reabrir su caso y esperar la respuesta junto a su familia fuera del templo.

Bajo el Gobierno del presidente Barack Obama (2009-2017) Juana Tobar recibía un permiso anual para permanecer en del país junto a sus hijos, pero esto cambió con Trump y el año pasado le denegaron la renovación y le dieron dos semanas para “poner sus cosas en orden” y dejar el país. Foto EFE/Archivo
Noel Andersen, representante de Church World Service, una de las organizaciones que organizó el enlace telefónico, dijo estos casos reflejan el efecto que las duras políticas de “cero tolerancia” de la presente Administración tienen en las familias inmigrantes.

“Están luchando en contra de leyes y políticas injustas, luchando en contra de la separación de familias, de las deportaciones, para que madres como ellas puedan mantenerse junto a sus familias”, dijo Andersen, quien también es uno de los coordinadores nacionales del movimiento santuario.

Indicó que en 2016 había 400 iglesias y congregaciones que participaban en esta iniciativa y que en 2017, tras llegar Trump a la Casa Blanca esta cifra se elevó a 1.100 templos.

“En el 2016 solo tuvimos cinco casos públicos de personas en santuario, en el 2017 esta cifra se elevó a 37 y actualmente tenemos 44 personas en ‘santuario'”, aseguró.

Una de ellas es Martha Lorena Rivera, inmigrante mexicana quien se encuentra en “santuario” desde hace siete meses en Las Cruces, en Nuevo México.

Bajo el Gobierno del presidente Barack Obama (2009-2017) recibía un permiso anual para permanecer en del país junto a sus hijos, pero esto cambió con Trump y el año pasado le denegaron la renovación y le dieron dos semanas para “poner sus cosas en orden” y dejar el país.

“Tengo tres hijos, dos ciudadanos y un ‘soñador’, para mi familia ha sido muy duro el vivir separados”, dijo la mexicana, que aseguró que entrar en “santuario” fue la única solución que encontró para permanecer cerca de ellos.

“Es duro y muy difícil, pero con fe vamos a salir adelante y oramos para que cambie el corazón del presidente Trump y nos dé una oportunidad”, dijo.

Líderes religiosos y del movimiento santuario temen que los recientes anuncios sobre la cancelación del programa Estatus de Protección Temporal (TPS) a inmigrantes de Honduras, Nicaragua y El Salvador, entre otros países, hará que más inmigrantes busquen refugio en iglesias.