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Yihadistas, rebeldes, Ejército, Rusia y EUA están en la guerra

  • 14 abril 2018 /

Damasco, Siria

La guerra de Siria comenzó en marzo de 2011 con la represión de manifestaciones prodemocracia, pero evolucionó en un conflicto complejo, con la implicación de grupos yihadistas y de potencias regionales e internacionales.

Según el Observatorio de Derechos Humanos de Siria, en este período murieron más de 511,000 personas y más de 11 millones salieron del país.

Régimen y aliados

El Ejército sirio, que tenía 300,000 hombres en sus unidades combatientes en 2011, perdió la mitad de sus efectivos.

Tiene el apoyo de 150,000 a 200,000 milicianos prorrégimen. Por otra parte, entre 5,000 y 8,000 combatientes del Hezbolá libanés luchan junto a ellos.

Rusia, aliado de peso del régimen de Damasco, opera desde septiembre de 2015 en apoyo del Gobierno. Su aviación permitió a las tropas gubernamentales recuperar varias zonas claves, como la ciudad de Alepo y el enclave rebelde de Guta Oriental, cerca de Damasco.

Irán, otro aliado de peso, envió a miles de combatientes a Siria y también proporciona consejeros militares.

Niños sirios en un campo de refugiados.

Rebeldes

Al principio del conflicto, los rebeldes se agruparon bajo el nombre de Ejército Sirio Libre (ASL). Este progresivamente fue dando paso a una miriada de facciones, que van de los rebeldes sin afiliación religiosa a los grupos islamistas.

Tras múltiples reveses, este contingente que llegó a tener 100,000 combatientes ya no tienen mucho peso.

La oposición armada, que acaba de perder su último bastión a las puertas de Damasco, Guta Oriental, solo controla actualmente el 12% del país.

Yihadistas

Las dos principales fuerzas yihadistas rivales son el grupo Estado Islámico (EI) y el grupo Hayat Tahrir al Sham.

El EI conquistó grandes extensiones del territorio sirio desde su irrupción en el conflicto en 2013 y proclamó un “califato” en 2014 en los territorios conquistados en Siria y en el vecino Irak, hoy desmoronado.

Sometido a múltiples ofensivas del régimen y de una alianza kurdo-árabe apoyada por Washington, el EI sufrió numerosos reveses y ya solo controla un 5% del territorio sirio, frente a 33% a principios de año.

Hayat Tahrir al Sham sigue controlando la mayor parte de la provincia de Idlib, actualmente teatro de luchas entre rebeldes y yihadistas.

Cerca del 70% de los habitantes viven en este territorio.

Kurdos

Reprimidos durante décadas, los kurdos aprovecharon la retirada del Ejército sirio para establecer una administración local en el norte del país. En 2016 establecieron una región “federal” en los territorios que controlan y organizaron sus primeras elecciones en septiembre.

Las Unidades de Protección Popular (YPG), su principal milicia armada, forman el núcleo duro de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) apoyadas por la coalición internacional liderada por Washington.

Turquía, Arabia Saudita, Catar

Turquía, Arabia Saudita y Catar apoyaron al principio de la revuelta la rebelión mayoritariamente sunita contra Bashar Al Asad. Pero hoy Riad y Doha están marginadas y Ankara ha llegado a una alianza sin precedentes con Moscú.

En el ámbito militar, Turquía apoya a los rebeldes antiyihadistas y se bate contra los combatientes kurdos, desplegando tropas en el norte de Siria.

Coalición internacional

Liderada por Estados Unidos, incluye a más de 60 países y lleva a cabo ataques aéreos contra el EI, en apoyo de las tropas terrestres.

Con el fin de las grandes batallas contra el EI, los ataques aéreos disminuyeron en intensidad.

Cerca de dos mil soldados estadounidenses están desplegados en el norte sirio, esencialmente como fuerzas especiales para combatir al EI y entrenar a las fuerzas locales en las zonas recuperadas a los yihadistas.

Actualmente, el Ejército sirio controla el 56% del territorio, específicamente las principales ciudades (Damasco, Homs, Hama y Alepo), según el geógrafo francés especializado en Siria Fabrice Balanche.