El Gobierno de Cuba denunció hoy el encarcelamiento con 'fines políticos' del exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y afirma que ese hecho 'gravísimo' intenta impedir la candidatura del líder del Partido de los Trabajadores (PT) a la Presidencia del país suramericano.
En una nueva declaración sobre la situación de Lula, la Cancillería cubana considera que es 'víctima de una injusta persecución política, judicial y mediática' y le reitera la solidaridad del país caribeño.
El exgobernante está acusado de haberse beneficiado de la red corrupta que operó durante décadas en la petrolera estatal Petrobras, pero el exmandatario prometió luchar 'en todas las instancias' para demostrar su 'inocencia'.
'Al encarcelar a Lula se aspira a revertir los progresos y conquistas sociales de los Gobiernos del Partido de los Trabajadores, entre ellos el haber sacado de la pobreza a millones de brasileños', se señala en la nota publicada en el portal oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.
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También insiste en que el propósito de la medida es 'criminalizar a un líder emblemático de Nuestra América y a las fuerzas políticas y sociales que emprendieron el camino hacia un Brasil más justo'.
Asimismo asegura que a Lula y al pueblo brasileño 'no les faltará el apoyo de gobiernos, organizaciones, fuerzas políticas y movimientos sociales en numerosos países de todas las regiones'.
Esta misma semana, la Cancillería de la isla había manifestado su apoyo a Lula luego de que un juez ordenara la inmediata detención del líder del PT para que cumpliera una condena de 12 años por corrupción.
En julio de 2017 el juez Sergio Moro, instructor en primera instancia de las investigaciones sobre el caso, condenó a Lula a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero.
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Esa sentencia fue ratificada y ampliada a doce años en enero pasado por el Tribunal Regional Federal con sede en la ciudad de Porto Alegre, y el juez Moro finalmente ordenó su ingreso en prisión el pasado jueves.
Lula apeló sin éxito a todas las instancias judiciales e incluso ante organismos internacionales, ignoró el plazo dado por la justicia para su entrega, se atrincheró dos días en el sindicato en el que inició su vida política y finalmente, ayer sábado, se presentó ante las autoridades para cumplir el mandato de prisión.