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Caravana de migrantes no es amenaza, dicen activistas en México

  • 06 abril 2018 /

Reconocen que el grupo compuesto de centroamericanos solo tratan de escapar de la violencia

Puebla, México

Los cientos de migrantes centroamericanos que detonaron la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de enviar a la Guardia Nacional a la frontera con México no representan una amenaza, de acuerdo con activistas que los asesoran para buscar refugio.

'Mandar al ejército sin capacitación sobre derechos humanos de migrantes no hace más que generar división, es difundir miedo', dijo a la AFP Alex Mensing, asesor legal estadounidense de Pueblo sin Fronteras, organizadora de la movilización.

'Lo que me preocupa es que se respete a esta gente, hay un sentimiento antiinmigrante fuerte', dijo Mensing en Puebla, la segunda parada de los migrantes.

En una iglesia de esta ciudad vecina de la capital asesores legales de una universidad privada informan a migrantes sobre el procedimiento para solicitar refugio en México o Estados Unidos.

Las pláticas se desarrollan a puertas cerradas en la Parroquia de la Asunción de Puebla, debido a la intención de los organizadores quieren proteger la identidad de los migrantes.

'Todos los que vienen están escapando de alguna situación de violencia, incluso doméstica, pero están aprendiendo sus derechos, se van a entregar bajo un esquema legal (para obtener un estatus de refugiado). Tienen miedo de regresar a su país', añadió Mensing.

La caravana 'Viacrucis' arrancó el 25 de marzo en Tapachula, frontera con Guatemala, llegó al sureño estado de Oaxaca el fin de semana pasado y permaneció en el municipio de Matías Romero más de cuatro días, pero una vez que entró en territorio mexicano Trump reaccionó con furia.

El presidente estadounidense amenazó otra vez con abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte -al que considera 'la gallina de los huevos de oro' para México- si el gobierno de Enrique Peña Nieto no dispersaba la caravana.

El Ejecutivo mexicano, en cambio, no arremetió contra la caravana, que se realiza cada año desde 2010 y que pretendía llegar a la frontera con Estados Unidos, y el jueves Peña Nieto instó a Trump a no descargar sobre los mexicanos su 'frustración por asuntos de política interna' de su país