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Nikolas Cruz y su historia de asesino

  • 17 febrero 2018 /

En los últimos tiempos vivía con unos amigos de sus padres adoptivos fallecidos.

    Parkland, Estados Unidos.

    Nikolas Cruz tenía dos rasgos inconfundibles: era un solitario que no tenía amigos y amaba, por sobre todas las cosas, las armas. No solo las de fuego sino también las blancas.

    Y planificó detalladamente la masacre. Primero realizó un curso para recibir entrenamiento militar. Meses atrás compró el fusil semiautomático para realizar la masacre, y escogió el Día de San Valentín para dirigirse al colegio del que había sido expulsado con un esquema trazado milimétricamente.

    Conocedor del terreno, primero activó la alarma de incendios para que los alumnos se vieran obligados a salir del edificio todos juntos y así obtener un blanco con muchos objetivos. Luego de disparar y matar, se introdujo dentro del grupo de alumnos que huían, pero las cámaras de seguridad ya lo habían identificado.

    Minutos después sería arrestado en un barrio cercano a Coral Springs, sin ofrecer resistencia. Nadie podía explicar cómo no se evitó una tragedia que era anunciada.

    Un perfil peligroso

    El sheriff del condado, Scott Israel, dijo que los perfiles de Cruz eran “muy peligrosos”. En su cuenta de Instagram (@cruz_nikolas) (ya cerrada) se mostraba con armas en varias imágenes. De fuego y blancas.

    Ahora se sabe, que en septiembre, un usuario de YouTube llamado Nikolas Cruz dejó un comentario en un video que decía: “Voy a ser un tirador escolar profesional”. Un Youtuber de 36 años, Ben Bennight, un agente de fianzas de Mississippi, alertó al FBI, enviando una captura de pantalla del comentario. También marcó el comentario en YouTube. Nadie parece haber investigado. Recién ahora el FBI tomó cartas en el asunto. Ya es tarde.

    Nikolas Cruz cumplió con lo que escribió. Adquirió el fusil semiautomático AR 15 pagándolo 500 dólares y solo exhibiendo su documento.

    Era su mejor compañía, ya que no parecía tener amigos de carne y hueso. Un ex compañero suyo de colegio, Brandon Minoff, que estuvo encerrado con su hermano menor en el colegio durante el transcurso del tiroteo, dijo de él: “Era extraño. No quería tener contacto con nadie. Le gustaba cazar y su sueño era unirse al Ejército. Y antes de que lo expulsaran de nuestra escuela ya había sido expulsado de otros dos colegios”.

    Su amor por el Ejército lo llevó a enrolarse en el programa del Cuerpo de Entrenamiento de Agentes de Reserva Junior, donde recibió entrenamiento. El cuerpo donde militó marca en su bienvenida “buscamos inculcar en los alumnos los valores de ciudadanía, servicio a los Estados Unidos y responsabilidad personal y sentido del cumplimiento y éxito”.

    Muchos vieron señales de que Cruz era un peligro. Y no avisaron. Otro ex compañero suyo de colegio, Brent Black, contó: “Una vez creí que estaba enfermo o se sentía mal. Me acerqué a él para preguntarle que le pasaba y me dijo: ‘Juro por Dios que acabaré disparando contra esta escuela’. Al otro día vino al colegio y me dijo que me olvidara lo que había dicho. Que era una broma. Pero muchos chicos del colegio se reían y decían que algún día Nikolas vendría al colegio y comenzaría a disparar contra todos”.

    Adptado tras nacer

    Nadie sabía que Nikolas no conoció a sus padres. Fue adoptado poco después de su nacimiento, pero no fue adoptado solo. El matrimonio de Roger y Lynda Cruz adoptaron a Nikolas y a su hermano biológico, Zachary. El matrimonio, que ya había pasado los 50 años, se mudó de Long Island, Nueva York al condado de Broward, con los dos pequeños. Ella era ama de casa y Roger trabajaba en publicidad.

    Roger Cruz murió de un ataque al corazón cuando Nikolas tenía seis años. Lynda debió criar sola a los dos niños. Pero observó algo. Nikolas, a veces tenía conductas extrañas.

    Los vecinos habían realizado varias quejas y llamado a la Policía. Una de ellas, Shelby Speno, que vivía a pocas casas de los Cruz, contó: “La Policía vino varias veces por quejas contra Nikolas. Una vez el chico tiró huevos contra el auto de otro vecino, en otra ocasión robó el correo de otros vecinos y en otra oportunidad había mordido a un niño”.

    Otra vecina, Helen Pasciolla, dijo que a veces Lynda llamó a la Policía para preguntarles qué debía hacer con Nikolas, pero lo hacía para asustar al chico”. Y se sabe que Lynda recibió asesoramiento sobre autismo desde que Nikolas era muy pequeño.

    La mujer falleció en noviembre último, a los 68 años, por neumonía. Todo comenzó con una gripe común y derivó en lo peor. Para Nikolas fue un golpe devastador. Su madre adoptiva era la persona que más amaba.

    Lo que Nikolas nunca supo, es que su madre, cuando su esposo falleció, le pidió a sus vecinos, el matrimonio de Malcolm y Christine Roxburgh, que criaran a los pequeños. Los Roxburgh se negaron.