Washington, Estados Unidos.
La agencia antidrogas estadounidense DEA reveló que el cartel de Sinaloa, del encarcelado capo mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, es la organización criminal que más se ha extendido en territorio estadounidense, dominando su distribución de drogas en ciudades como Los Ángeles, San Francisco, y Tucson, así como Nueva York, Orlando y Miami en la costa Oeste.
En su informe anual sobre el tráfico de drogas, la Drug Enforcement Administration (Administración para el Control de Drogas) indicó que las organizaciones delictivas mexicanas son la mayor amenaza criminal en materia de drogas para Estados Unidos.
“No hay ningún otro grupo que actualmente esté posicionado para desafiarlas”, enfatizó la DEA, destacando el peso del cartel de Sinaloa y la creciente preponderancia del cartel
Nueva Generación de Jalisco. Además, dijo, en territorio estadounidense operan el cartel de Juárez, el
cartel del Golfo, los Zetas y la organización Beltrán-Leyva.
Esos mismos grupos también tienen poder territorial en “grandes regiones” de México en términos de cultivo y producción, señaló el texto.
Según el organismo, los carteles mexicanos controlan “lucrativos” corredores de tráfico, en especial en la frontera suroeste del país, lo que les permite ingresar “significativas cantidades” de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y posiblemente fentanilo, un narcótico sintético 50 veces más potente que la heroína.
Alianza con pandillas
Las organizaciones mexicanas también tienen el control de las rutas de transporte y distribución en territorio estadounidense.
El documento señala que, en los últimos años, estas organizaciones expandieron su influencia a diferentes regiones de EUA, incluyendo Nueva Inglaterra, en la costa este. Además, su porción de mercado ha aumentado, en particular con relación a la heroína y metanfetaminas.
Esta predominancia se debe a su “ infraestructura logística” a nivel nacional y su interacción con grupos locales y pandillas.
La DEA también informó que la cocaína de Colombia sigue siendo una “amenaza” para Estados Unidos, y consideró “inciertas” las implicaciones a largo plazo de la implementación de la paz con la guerrilla Farc. Las organizaciones criminales colombianas siguen impactando en el narcotráfico en Estados Unidos, aunque a un nivel menor en que lo hacían en las décadas de 1980 y 1990, cuando los carteles de Medellín, Cali y Norte del Valle dominaban el mercado como hoy lo hacen los mexicanos, dijo la DEA.
La agencia antidrogas estadounidense DEA reveló que el cartel de Sinaloa, del encarcelado capo mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, es la organización criminal que más se ha extendido en territorio estadounidense, dominando su distribución de drogas en ciudades como Los Ángeles, San Francisco, y Tucson, así como Nueva York, Orlando y Miami en la costa Oeste.
En su informe anual sobre el tráfico de drogas, la Drug Enforcement Administration (Administración para el Control de Drogas) indicó que las organizaciones delictivas mexicanas son la mayor amenaza criminal en materia de drogas para Estados Unidos.
35,000
Muertes
Se registraron en EUA por sobredosis de heroína en 2016. Trump declaró la emergencia nacional para hacer frente a la epidemia de opiáceos que azota al país y culpó a México de llenar su país de droga.
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Esos mismos grupos también tienen poder territorial en “grandes regiones” de México en términos de cultivo y producción, señaló el texto.
Según el organismo, los carteles mexicanos controlan “lucrativos” corredores de tráfico, en especial en la frontera suroeste del país, lo que les permite ingresar “significativas cantidades” de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y posiblemente fentanilo, un narcótico sintético 50 veces más potente que la heroína.
Alianza con pandillas
Las organizaciones mexicanas también tienen el control de las rutas de transporte y distribución en territorio estadounidense.
Sépalo
Estados Unidos también vigila mafias colombianas.
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Esta predominancia se debe a su “ infraestructura logística” a nivel nacional y su interacción con grupos locales y pandillas.
La DEA también informó que la cocaína de Colombia sigue siendo una “amenaza” para Estados Unidos, y consideró “inciertas” las implicaciones a largo plazo de la implementación de la paz con la guerrilla Farc. Las organizaciones criminales colombianas siguen impactando en el narcotráfico en Estados Unidos, aunque a un nivel menor en que lo hacían en las décadas de 1980 y 1990, cuando los carteles de Medellín, Cali y Norte del Valle dominaban el mercado como hoy lo hacen los mexicanos, dijo la DEA.