Tras varios días de miedo, tensión y complicada lucha contra las llamas, los bomberos y servicios de emergencia han conseguido pequeños y lentos avances contra los potentes incendios del norte de California (USA) que han provocado al menos 29 muertos.
Las últimas estimaciones del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California apuntan que la veintena de incendios que continúan activos, dispersos en diferentes zonas y variados en cuanto a su extensión, han arrasado en total más de 77,000 hectáreas.
Hasta el miércoles, al menos 3.500 edificios habían sido destruidos por las llamas, incluyendo viviendas y comercios, y más de 20.000 personas habían sido evacuadas como medida de precaución.
Conforme los cuerpos de emergencia se adentren en el terreno calcinado, se espera que pueda aumentar la cifra de víctimas mortales debido a un incendio que ya figura entre los fuegos más mortíferos desde que se tienen registros en California.
'Hemos tenido grandes incendios en el pasado. Este es uno de los más grandes y más graves y todavía no ha concluido', dijo el miércoles en una rueda de prensa el gobernador de California, Jerry Brown, tras reunirse con los equipos de emergencia que trabajan para sofocar el fuego.
Uno de los focos más preocupantes es el de Tubbs, que en las últimas horas creció hasta alcanzar una superficie calcinada cercana a las 14.000 hectáreas en el condado de Napa.
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Sin embargo, el fuego de Tubbs también es un motivo de esperanza y ánimo para los bomberos, ya que las autoridades aseguraron a primera hora de la mañana de hoy que este incendio se encuentra controlado al 10 %.
El más grande de todos los que permanecen activos es el de Atlas, en los condados de Napa y Solano, que, no obstante, en las últimas 24 horas se ha mantenido relativamente estable en torno a las cerca de 18.000 hectáreas arrasadas y con el fuego controlado al 3 %.
El aguacil del condado de Sonoma, Robert Giordano, dijo hoy en una comparecencia ante los medios de comunicación que en su territorio se han encontrado 15 víctimas mortales.
'Este es todavía un desastre activo', señaló el oficial, quien añadió que la seguridad de los residentes continúa siendo la prioridad de los bomberos y servicios de respuesta inmediata.
Giordano indicó que su oficina ha recibido reportes de 900 personas desaparecidas, de las cuales 437 han sido ya localizadas sanas y salvas.
En este sentido, el aguacil llamó a la calma y puntualizó que las cifras pueden resultar confusas porque hay informes duplicados de personas supuestamente desaparecidas y las comunicaciones continúan siendo complicadas, por lo que puede haber residentes que estén fuera de peligro y que no hayan podido contactar o reencontrarse aún con sus seres queridos.
La evolución del tiempo, en especial de los vientos, continúa marcando el ritmo de trabajo de los bomberos, por lo que las temperaturas más bajas y los vientos más flojos que se esperan para hoy, según las últimas predicciones, podrían favorecer las labores de los servicios de emergencia.
Los condados de Sonoma y Napa, conocidos mundialmente por ser un territorio de viñedos que produce un vino de gran calidad, son dos de las zonas más afectadas por los devastadores incendios que se declararon el pasado domingo por la noche.
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Las televisiones locales que han podido adentrarse en el terreno calcinado por las llamas han mostrado barrios enteros en ruinas con viviendas y vehículos reducidos a cenizas.
Asimismo, numerosas carreteras y vías de transporte continúan cortadas en el área afectada.
El fuego llegó a alcanzar algunas zonas de Santa Rosa, una ciudad de 175.000 habitantes que está situada a unos 90 kilómetros al norte de San Francisco.
Además, las autoridades ordenaron el miércoles la evacuación completa de Calistoga, una población con más de 5.000 habitantes. EFE