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La muerte asedia desde varios frentes a los iraquíes del casco viejo de Mosul

  • 23 junio 2017 /

Los sitiados se enfrentan a la falta de agua y comida; casi tres millones de desplazados desde febrero.

    Mosul.

    La falta de atención médica y escasez de agua y comida han causado la muerte de cientos de civiles atrapados en el casco antiguo de la ciudad septentrional iraquí de Mosul, último reducto del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la urbe.

    Un médico atrapado en territorio yihadista y que se identificó como Abu Gaiz dijo a Efe que los habitantes del casco antiguo de Mosul se mueren lentamente por el hambre, la sed y la falta de medicamentos que afecta, sobre todo, a los ancianos enfermos y a los heridos en los bombardeos. En una conversación telefónica, Abu Gaiz precisó que los médicos que quedan en el casco antiguo solo cuentan con “medios primitivos” para atender a sus pacientes, ya que solo los miembros del EI son tratados con medicamentos.

    Abu Gaiz, que trabaja en una pequeña clínica del casco antiguo, agregó que el departamento de medicina forense, situado en el barrio Al Maidan y controlado por los terroristas, registró la muerte de 280 personas en el casco antiguo por falta de alimentos y medicamentos desde el inicio el pasado febrero de las operaciones militares contra los yihadistas.

    El médico añadió que la mayoría de los fallecidos sufrían cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas o alta presión sanguínea y que estaban atendidos por médicos especializados antes del bloqueo. Según fuentes médicas y testigos, en las últimas dos semanas se ha registrado la muerte de alrededor de 234 personas, entre ellas 37 niños.

    “La situación es trágica, no se pueden soportar más retrasos, las fuerzas iraquíes deben acelerar sus operaciones militares para salvar al resto de la gente atrapada antes de que sea demasiado tarde, especialmente a los niños y a los pacientes que no tienen acceso a medicina, ni comida ni bebida”, subrayó.

    Médicos Sin Fronteras (MSF) informó de que están atendiendo casos de bebés desnutridos debido a que sus madres no pudieron darles el pecho y de lo extremadamente caro que es conseguir leche en polvo, tanto en las áreas sitiadas controladas por el EI, como en los campos de desplazados donde viven ahora.

    Las fuerzas conjuntas iraquíes continúaban ayer sus avances por los callejones del casco antiguo de Mosul para recuperar lo que queda de urbe, controlada aún por el grupo yihadista.



    Siguen huyendo

    El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) recordó ayer que tres millones de iraquíes continúan desplazándose internamente en el país a pesar de los éxitos de las fuerzas militares para desalojar y recuperar gran parte del territorio controlado por el EI.

    Según datos proporcionados por el Ministerio de Inmigración y Desplazamientos de Irak, casi 700,000 personas han abandonado el oeste de Mosul desde el comienzo de las operaciones el 19 de febrero, una cifra que se suma a los 870,000 desplazados desde que comenzara la ofensiva en la ciudad iraquí. En los últimos ocho meses, el Gobierno iraquí ha rastreado y confirmado la ubicación de más de 626,600 personas desplazadas desde Mosul.



    Según el responsable de Acnur en Irak, Thomas Lothar Weiss, “Acnur continúa comprometida con la búsqueda de soluciones duraderas que incluyen la asistencia a las familias que regresan voluntariamente a sus casas, que pueden enfrentarse a desafíos para reconstruir sus hogares y recuperar sus medios de subsistencia”.

    Además, Acnur también seguirá ayudando a “las familias que consideren el desplazamiento una alternativa mejor y traten de reconstruir sus vidas lejos de sus hogares y comunidades”, agregó Weiss.