Caracas, Venezuela.
Miles de opositores protestaron de nuevo ayer en Caracas para rechazar la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro -cuya elección fue fijada para julio-, y en su lugar exigieron elecciones generales.
“¿Constituyente? Constituyente, no; rebelión, sí. Eso no lo podemos permitir, hay que parar a esta dictadura”, dijo a la AFP Silvia Heredia, de 34 años, mientras rociaba agua con bicarbonato a jóvenes afectados por gases lacrimógenos “para mitigar” su efecto. Heredia marchó al frente de la multitud que intentó, en vano, llegar a la sede del poder electoral en el centro de Caracas. Ayer se cumplieron 54 días continuos de protestas que exigen la salida de Maduro -elegido hasta enero de 2019-, mediante comicios presidenciales anticipados.
La frustración se nota en muchos manifestantes, que al observar al líder opositor Henrique Capriles caminar junto a ellos, le increpaban: “ Capriles, ¿y entonces? Esto no funciona, ¿hasta cuándo?”.
“Esto es una lucha de resistencia. Esto es como el muro de Berlín, hay que golpear y golpear, tan, tan, tan, hasta que se cae”, les respondía el dirigente.
La marcha lució desorganizada: se dividió y muchos no sabían qué ruta tomar. Como siempre ocurre cuando los opositores intentan llegar al centro de la ciudad, policías y militares los dispersaron con chorros de agua a presión y bombas lacrimógenas, a lo que muchos respondieron con piedras y cócteles molotov. Luego de vaciar la autopista Francisco Fajardo, varios oficiales de la Guardia Nacional siguieron en moto a los rezagados, disparándoles más gases.
Miles de opositores protestaron de nuevo ayer en Caracas para rechazar la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro -cuya elección fue fijada para julio-, y en su lugar exigieron elecciones generales.
“¿Constituyente? Constituyente, no; rebelión, sí. Eso no lo podemos permitir, hay que parar a esta dictadura”, dijo a la AFP Silvia Heredia, de 34 años, mientras rociaba agua con bicarbonato a jóvenes afectados por gases lacrimógenos “para mitigar” su efecto. Heredia marchó al frente de la multitud que intentó, en vano, llegar a la sede del poder electoral en el centro de Caracas. Ayer se cumplieron 54 días continuos de protestas que exigen la salida de Maduro -elegido hasta enero de 2019-, mediante comicios presidenciales anticipados.
La frustración se nota en muchos manifestantes, que al observar al líder opositor Henrique Capriles caminar junto a ellos, le increpaban: “ Capriles, ¿y entonces? Esto no funciona, ¿hasta cuándo?”.
“Esto es una lucha de resistencia. Esto es como el muro de Berlín, hay que golpear y golpear, tan, tan, tan, hasta que se cae”, les respondía el dirigente.
La marcha lució desorganizada: se dividió y muchos no sabían qué ruta tomar. Como siempre ocurre cuando los opositores intentan llegar al centro de la ciudad, policías y militares los dispersaron con chorros de agua a presión y bombas lacrimógenas, a lo que muchos respondieron con piedras y cócteles molotov. Luego de vaciar la autopista Francisco Fajardo, varios oficiales de la Guardia Nacional siguieron en moto a los rezagados, disparándoles más gases.