Washington, Estados Unidos
Consciente o inconscientemente Trump lo hizo de nuevo. Esta vez fue con Angela Merkel, la canciller de Alemania y nuevamente involucra un apretón de manos que hace recordar el incidente con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, el mes pasado.
En esta ocasión no se trató de un apretón demasiado prolongado, ¡es que no lo hubo!
Resulta que mientras los reporteros congregados en Salón Oval fotografiaban a ambos líderes sentados uno junto al otro, el frío ambiente entre los dos dirigentes quedó brutalmente en evidencia cuando Trump evitó el protocolar estrechón de manos.
Ante el insistente grito de los fotógrafos por el gesto, Merkel preguntó a Trump si quería que los dos se dieran la mano, pero el presidente estadounidense ni siquiera respondió, situación que quedó grabada en las cámaras.
Se podría alegar que el sonido de los flashes y de las cámaras pudieron haber distraído a Trump, impiéndole escuchar a la canciller germana, pero eso no está claro. Lo que sí es claro es que el incidente parece poner de manifiesto sus diferencias en diversos temas de capital importancia como el libre comercio y la inmigración.
