Negocios de todo EUA cerraron este jueves por la protesta del 'Día sin inmigrantes', un espontáneo boicot contra la políticas migratorias del presidente Donald Trump que ha contado con el apoyo de empresarios y vecinos en numerosos puntos del país.
Un gran número de empresas de construcción, restaurantes, servicios de cuidado de niños o supermercados cerraron hoy sus puertas para demostrar a Trump que, sin el trabajo inmigrante, Estados Unidos quedaría paralizado y sus comunidades privadas de una parte integral de su vida diaria.
Inmigrantes hondureños, salvadoreños, colombianos, indios o coreanos se sumaron a una huelga nacida de manera espontánea para protestar contra las medidas de Trump que quieren poner fin a las llamadas 'ciudades santuario', acelerar las deportaciones de indocumentados y prohibir la entrada a refugiados.
Las estaciones del tren lucieron accesibles para los usuarios que por lo general sufren para abordar una unidad.
Calma en las terminales de trenes en EUA.
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Inmigrantes en ciudades como Nueva York, Washington, Boston, Filadelfia o Los Ángeles abandonaron sus puestos de trabajo, se negaron a comprar o a tomar el transporte público, para disociarse por un día de la economía estadounidense y demostrar su importancia.
Este acto surgió en las redes sociales. Se invitó a las personas con o sin documentos, inclusive a ciudadanos a norteamericanos, a permanecer en casa durante este día.
“Este día decidí no trabajar y a todas las personas que laboran en mi compañía les informé que apoyaríamos esta iniciativa y pese a que soy ciudadano no le puedo dar la espalda a mi gente en estos momentos”, indicó Fred Soriano.
Soriano agregó que es un inmigrante pese a la situación migratoria de la que goza con Soriano Home Improvement; 'somos parte de esto y les pido a todos apoyar para que Estados Unidos continúe siendo una gran nación', sostuvo.
Una mujer hace una fotografía al anuncia del restaurante del 'Oyamel Cocina Mexicana' cerrado en solidaridad con la protesta 'Día sin inmigrantes' en Washington, Estados Unidos, hoy 16 de febrero de 2017. EFE/Michael Reynolds.
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Decenas de alcaldes de las principales ciudades del país se han negado a ceder y comprobar el estatus migratorio de sus vecinos o entregarlos a las autoridades migratorias, por temor a crear un ambiente de paranoia que paralice sus comunidades por el miedo.
Hondureños se suman
Al igual que la dedicada a la construcción y reparación de viviendas en Connecticut, en las afueras de Nueva York el restaurante hondureño “Zulimar Comida Catracha”, ubicado en Newburgh, también tomó la determinación de ser parte del proceso.
Inicialmente habían manejado la posibilidad de abrir su negocio por informaciones que se generaron en medios de comunicación por falta de información de los organizadores de esta actividad.
“Zulimar Restaurant apoya todo movimiento pro inmigrante en Estados Unidos, decidimos cerrar nuestras puertas en busca de mejorías en la situación actual de nuestra comunidad', indicó Luis Ortega, propietario del restaurante.
Añadió que 'queremos hacer sentir el impacto que tenemos los hispanos en este país, nuestro negocio es visitado por cientos de inmigrantes con los cuales nos identificamos, sentimos y pensamos como ellos, nuestro establecimiento es atendido, manejado y abastecido por personas que llegaron a este país a buscar una vida mejor, así como nosotros”.
Trump ha pedido reforzar las agencias del Departamento de Seguridad Nacional encargadas de deportar a inmigrantes, algo que ya ha comenzado con el aumento de las redadas del ICE de todo el país, que ha afectado no solo a personas con antecedentes, sino a inmigrantes con faltas leves o sin ninguna deuda con la ley.
La orden de acelerar la construcción de un muro en la frontera con México o la suspensión del programa de refugiados o de la emisión de visado en siete países (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen) de mayoría musulmana también se han sumado a las razones que han puesto a inmigrantes y estadounidenses en pie de guerra contra Trump.
Algunos centros de venta de comida latina cerraron en protesta contra el magnate que dirige EUA.
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Pese a que la medida ha sido apoyada por muchas personas, existen quienes no comparten esta propuesta y han optado por atender sus obligaciones diarias, aduciendo que las responsabilidades en sus trabajos y recibos por pagar no les permitirían darse el lujo de permanecer en casa durante días laborables.
“Si yo no voy a trabajar o no mando a mis hijos a la escuela a quien le va afectar es a mi familia, Donald Trump no me va enviar un bono a casa, no tengo beneficios en mi compañía, para mí no hay días de enfermedad, no hay vacaciones, no hay días libres, trabajo todo el año sin parar', indicó Carlos Ruiz, empleado de bodega.
'Tengo 3 pequeñas bocas en casa que viven de esto, envié a mis hijos a la escuela y mi esposa también atendió a su trabajo de manera regular, estuve mucho tiempo sin trabajar y no puedo correr el riesgo de estar desempleado de nuevo”, explicó.
El llamado para “Un Día sin inmigrantes” se generó hace unas semanas atrás y se distribuyó hasta convertirse en algo viral en las redes sociales.
Sin que nadie sepa a ciencia cierta quiénes son las personas detrás de la imagen de la camapaña, algo peculiar es que la misma no hace referencia a ningún país, ciudad, por lo que autoridades advertían a la comunidad para que consulten primero con sus empleadores antes de tomarse el atrevimiento de no ir a trabajar en apoyo a esta iniciativa, por las represalias que puedan generarse.
Varios restaurantes cerraron en solidaridad contra los inmigrantes que sufren por políticas xenófobas.
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