El presidente estadounidense amenazó este jueves con 'atrapar' a los responsables de las filtraciones a la prensa de los repetidos contactos entre su equipo de campaña y la inteligencia rusa el año pasado y de las conversaciones entre un exasesor suyo y el embajador de Rusia en Washington.
'Los focos apuntan finalmente a los delincuentes responsables de las fugas (de información). ¡Serán atrapados!', escribió Donald Trump en un tuit, el último de una serie de ataques en Twitter que considera que las filtraciones son parte de una campaña para debilitar su administración.
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'Las filtraciones, e incluso las ilegales filtraciones de material clasificado, fueron un gran problema en Washington durante años. ¡El fracasado @nytimes (y otros) deben pedir disculpas!'
El magnate republicano ya había hecho referencia a las fugas informativas un día antes, a las que calificó de 'actos criminales', pero sin pronunciarse sobre el fondo de la cuestión.
Michael Flynn, quien dimitió el lunes de la dirección del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca tras revelarse que habló con el embajador ruso sobre las sanciones impuestos por Barack Obama a Moscú, 'fue tratado de forma muy injusta por la prensa', se quejó el presidente durante una rueda de prensa en la Casa Blanca el miércoles.
Pese al severo tono de Trump sobre las filtraciones, los funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que Flynn discutió con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, sobre las sanciones de Estados Unidos a Rusia, impuestas por Barack Obama en diciembre por la presunta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, el mismo día en que Obama anunciaba la expulsión de 35 diplomáticos rusos.
Agregaron que Flynn no fue echado por las conversaciones con Kislyak, sino por haberle mentido al vicepresidente Mike Pence sobre la naturaleza de esas conversaciones.
El diario The New York Times también reveló el miércoles, citando a cuatro funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, que los servicios de inteligencia de Estados Unidos tenían registros de las conversaciones mantenidas el año pasado entre el equipo de campaña del republicano y altos responsables de la inteligencia rusa.