Todos los inmigrantes indocumentados que sean detenidos en los próximos días en la frontera de los Estados Unidos ya no podrán optar a su liberación inmediata y estarán propensos a ser deportados.
El presidente Donald Trump anunció que eliminará la cuestionada política 'Catch and release' (atrapa y libera).
'La peligrosa' política revivida por el expresidente Barack Obama prohibía que agentes fronterizos utilizaran la discreción para detener y deportar inmediatamente a indocumentados y por el contrario exigía que un juez de inmigración decidiera el futuro de los inmigrantes en ese país, en procesos que podían demorar hasta cuatro años.
Las medidas implementadas por la administración de Trump vetan la liberación de los inmigrantes detenidos y mantiene la prioridad de deportación para inmigrantes con antecedentes criminales.
Más centros de detención
El decreto firmado por Trump este miércoles se refiere en general al refuerzo del control fronterizo, y según el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, también incluye provisiones para la creación de más instalaciones de detención de inmigrantes en la zona de frontera.
Spicer adelantó en un encuentro previo con la prensa algunos detalles de cómo implementarían la medida: 'Crearemos más espacios de detención para los inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera sur para hacer más sencillo y económicas sus detenciones y el regreso a sus países'.
El portavoz también anunció la asignación de oficiales para determinar casos de asilo y jueces de inmigración que puedan atender los casos en el propio centro de detención.
Además, 5,000 agentes serán enviados para aumentar la seguridad en la frontera en las próximas semanas.
La medida de Trump llega en momentos en que en la frontera se registran cifras récord de inmigrantes centroamericanos, que intentan ingresar a EUA antes de la construcción del muro, huyendo de sus países a causa de la violencia y la pobreza.