Melania Knauss saltó a la fama en 1998 cuando conoció al magnate estadounidense Donald Trump. La entonces modelo no imaginaba entonces que llegaría a convertirse en la primera dama de los Estados Unidos.
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La exmodelo eslovena de 46 años, ha mantenido un bajo perfil en los últimos años, sin embargo, los críticos de moda están a la expectativa sobre el estilo que la primera dama impondrá en la Casa Blanca.
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Durante sus primeras apariciones en alfombras rojas de la mano del magnate, Melania mostró su encanto por las transparencias, el satín y los colores pasteles.
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Su cabello también fue sometido a dramáticos cambios. Desde una melena negra que resaltaba sus ojos verdes hasta su actual look, un castaño con destellos rubios.
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Atrás quedaron los colores chillantes que utilizaba en las alfombras rojas, como el vestido palabra de honor y silueta sirena en color fucsia que lució para la gala Met de 2008.
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Los escotes de vértigo eran otra de sus opciones predilectas.
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Con su hijo Barron durante un evento en Nueva York.
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Melania fue profesionalizando sus atuendos, aunque siempre se atrevía con un look sexy en las alfombras rojas.
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Los diseñadores y la prensa no dejan pasar ocasión para comparar los outfits de la tercera esposa de Donald Trump con los de su hija favorita, Ivanka.
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Tiempo atrás, Melania Trump dijo que le gustaría ser una primera dama 'tradicional' como Jackie Kennedy, conocida por su elegancia clásica y su amor tanto por la moda estadounidense como francesa. Y parece que ya comenzó a seguir sus pasos.
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Siempre con una sonrisa, Melania destacó con sus acertados atuendos durante la campaña de Donald Trump.
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Su estilo sobrio predominó durante sus presentaciones en los debates presidenciales.
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En los eventos claves de la campaña presidencial, Melania optó por el blanco para destacar. Y es que la ahora primera dama de EUA, sufrió el rechazo de gran número de diseñadores que se negaron a vestirla debido a las posturas políticas de su marido, lo que ha hizo que su indumentaria en los eventos inaugurales fuera más esperada de lo habitual. Y la exmodelo no decepcionó con sus elecciones.
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Melania eligió un modelo de una diseñadora de ascendencia hispana para iniciar los actos de investidura. La elección de un abrigo y un vestido negro por debajo de la rodilla diseñados por Norisol Ferrari, fue la opción de la primera dama para iniciar sus presentaciones en Washington.
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Para el gran día de Trump, Melania lució un elegante vestido celeste del emblemático diseñador de modas Ralph Lauren, con el que revivió el famoso estilo de Jacqueline Kennedy.
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El vestido de cachemir hasta la rodilla hacía juego con una chaqueta cruzada de cuello redondo con corte a la cintura y guantes de gamuza del mismo color.
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En un guiño al pasado, Melania llevaba el pelo recogido y pendientes de diamantes. Su look recibió una ola de calificaciones positivas en línea y fue comparado con el de Jacqueline Kennedy, la esposa del presidente demócrata John F. Kennedy y considerada una de las primeras damas más elegantes de Estados Unidos.
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Melania Trump diseñó, junto al modisto francés Hervé Pierre, el vestido color crema, con hombros descubiertos y con un volado que nace en la manga derecha y atraviesa el talle hasta la cintura, que lució en el primero de los tres bailes de la investidura presidencial de su marido.
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El vestido color crema obtuvo la aprobación de los especialistas en moda que destacaron el look de la primera dama. Hervé Pierre trabaja en forma independiente tras dejar en febrero de 2016 la casa Carolina Herrera, donde fungió como director durante 14 años.
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Así, Melania se apresta para seguir los pasos de Michelle Obama y convertirse en el nuevo ícono de moda en la Casa Blanca.