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Israel considera 'vergonzosa” la resolución de la ONU

  • 24 diciembre 2016 /

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabiliza al presidente de EUA, Barack Obama, por la medida adoptada el viernes por 14 miembros del Consejo de Seguridad.

Jerusalén, Israel.

Israel estaba ayer a la defensiva tras la votación de una resolución de la ONU contra las colonias, una votación histórica que el primer ministro Benjamin Netanyahu tildó de “vergonzosa” y que achacó al presidente estadounidense Barack Obama.

El Consejo de Seguridad votó el viernes este texto después de que EUA se abstuviera, lo que permitió la adopción de la primera resolución de la ONU desde 1979 que condena a Israel por su política de colonización.

“La decisión es sesgada y vergonzosa, pero lo superaremos... Necesitará tiempo pero esta decisión será anulada” dijo Netanyahu. Esa resolución es “un golpe anti-israelí vergonzoso” del cual hay que achacar la culpa “al gobierno Obama”, agregó.

Israel revisará a fondo su colaboración con la ONU y la financiación que otorga a organismos de la organización, añadió el mandatario. La votación se produjo pese a los esfuerzos del presidente estadounidense electo Donald Trump, que hizo presión sobre Egipto -en el origen de la resolución- para que fuera pospuesta. Pero pese a la marcha atrás de El Cairo, Nueva Zelanda, Senegal y Venezuela decidieron el viernes presentar de nuevo el texto. Aunque la resolución no prevé sanciones contra Israel, los responsables israelíes temen que facilite demandas ante la Corte de justicia internacional y aliente sanciones contra los productos de las colonias.

La resolución, aprobada con 14 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, exige el cese “inmediato” y “completo” de los asentamientos judíos en territorio ocupado e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino.

Contexto histórico

Las colonias son aldeas, localidades e incluso ciudades israelíes construidas sobre territorios que fueron conquistados por Israel durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Israel empezó a establecer su red de colonias en Cisjordania ocupada a partir de los años 1970 y continuó extendiéndola tras los acuerdos de Oslo de 1995, que dividieron ese territorio en zonas israelíes y palestinas. Estas últimas tenían que ser la base del futuro Estado palestino.

Unos 430,000 colonos israelíes viven en la Cisjordania ocupada, al lado de 2,6 millones de palestinos. Más de 200,000 israelíes viven también en la anexada Jerusalén Este, junto al menos 300,000 palestinos, que quieren que esa parte de la ciudad sea la capital de su futuro Estado. Israel también tiene en su poder una parte de los Altos del Golán, una meseta que arrebató a Siria.

También mantuvo durante años una presencia en la Franja de Gaza, que acabó evacuando en 2005.

El gobierno israelí alienta a sus ciudadanos a instalarse en ciudades como Ariel, Maale Adumim o las colonias ultraortodoxas de Beitar Ilit y Modiin Ilit. Para muchos judíos nacionalistas religiosos, vivir en las tierras bíblicas de Judea y Samaria (el nombre que le dio Israel a Cisjordania) es la culminación de una promesa divina. Centenares de esos activistas viven en pleno centro de Hebrón, ante la Tumba de los Patriarcas, un sitio sagrado para los judíos y los musulmanes.