Buenos Aires, Argentina.
Argentina asumió la presidencia rotativa del Mercosur en una reunión de cancilleres en Buenos Aires en la que Venezuela intentó meterse por la fuerza tras su suspensión por incumplir compromisos técnicos y políticos adquiridos cuando ingresó al bloque en 2012.
“Hemos asumido presidencia pro tempore”, dijo Susana Malcorra, jefa de la diplomacia argentina, en la sede de cancillería en Buenos Aires, donde llegó sin invitación su par venezolana Delcy Rodríguez.
Malcorra hizo el anuncio al término de una reunión con sus homólogos de Paraguay, Eladio Loizaga; de Brasil, José Serra; y de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa.
Rodríguez no había sido invitada al encuentro e ingresó de manera forzada a la cancillería.
Tras el incidente, el gobierno de Venezuela rechazó la suspensión, la que calificó de “golpe de estado”.
El mandatario, Nicolás Maduro, se pronunció desde La Habana sobre la polémica, afirmando que “nada ni nadie” va a sacar a su país del Mercosur, al denunciar un “plan retrógrado” de “la triple alianza de gobiernos de ultraderecha” para destruir a ese bloque regional.
“Nada ni nadie va a sacarnos del Mercosur porque el Mercosur pertenece a los pueblos”, dijo Maduro.
Uruguay, que ejerció la presidencia del Mercosur en el primer semestre de 2016, abogó por su traspaso a Venezuela en contra de la voluntad de los demás socios fundadores, críticos de la situación política y de derechos humanos.
A la postre, se acordó una presidencia rotativa colegiada del bloque en reemplazo de la gestión de Caracas, que no pudo asumir la función tras ser suspendida por sus socios.