Ante la hostilidad de muchos grandes medios de comunicación, Donald Trump envió su mensaje político a través de medios conservadores y de las redes sociales, que sus seguidores convirtieron en una plataforma de información alternativa.
Barack Obama fue el primer presidente de la era de las redes sociales, pero para él eran sólo algo adicional. Trump las convirtió en su principal medio de comunicación.
'Trump podía cambiar una historia a través de Twitter porque tiene una cantidad considerable de seguidores', dijo Alan Rosenblatt, especialista digital de la consultora Lake Research Partners y Turner4D.
El formato de Twitter le permitía a Trump desarrollar su discurso sin contradicciones y en un formato más atractivo, directo y contundente.
Breitbart
El magnate neoyorquino contó también con muchos sitios de información conservadores, sobre todo Breitbart News, una plataforma muy editorializada que se convirtió en referencia para el electorado republicano.
Trump incluso contrató, en agosto, al director general de este sitio, Stephen Bannon, como presidente de su comité de campaña.
Entre los republicanos crece el sentimiento de que 'la prensa tradicional es de izquierda y de que los conservadores deberían tener sus propias plataformas de información', explica Rosenblatt.
Pese a la publicación continua en los medios tradicionales de informaciones comprometedoras, como su situación fiscal y sus declaraciones inapropiadas sobre las mujeres, el promotor inmobiliario logró conservar su impulso a lo largo de toda la campaña.
Además de la cuenta de Twitter de Trump, algunos seguidores usaron las redes sociales para publicar informaciones que escapaban a todo control de fiabilidad.
'Logró construir un discurso alternativo e, incluso, una realidad alternativa', estima Gabriel Kahn, profesor de la escuela de periodismo de la Universidad de Carolina del Sur (USC).
'De esta manera, empezaron a circular contradicciones y mentiras' que se instalaron 'en el ecosistema mediático', explica.
Este fenómeno disminuyó en parte la influencia del gran trabajo de verificación que hacían los medios tradicionales, que analizaban la más mínima declaración del candidato Trump.
Una encuesta de Gallup publicada este año mostró que 32% de las personas interrogadas tenía confianza en la capacidad de los medios de 'publicar una información completa, exacta y equilibrada'.
Información y mentiras
Muchos de los que apoyan a Trump usaron Twitter, Facebook y otras redes sociales como única fuente de información, sin consultar los medios de información tradicionales, pese a que esas plataformas eran en general alimentadas por seguidores del republicano.
Los mensajes en las redes, muchas veces, no eran precisos y reunían informaciones falsas, según los observadores.
'Hillary Clinton llama a la guerra civil si Trump es electo' y 'el papa Francisco sorprende a todo el mundo y apoya a Donald Trump' son dos ejemplos de títulos engañosos detectados por Joshua Benton, director del Nieman Journalism Lab de la universidad de Harvard.
'Facebook construyó una plataforma que permite difundir estas mentiras, en parte porque circulan muy bien', denunció.
'La manera más evidente con la cual Facebook permitió la victoria de Trump fue a través de su incapacidad (o su rechazo) para tratar el problema de las bromas e informaciones falsas', escribió de su lado el editorialista del New York Magazine, Max Read.
'Las mentiras y las exageraciones siempre fueron un elemento central de las verdaderas campañas políticas', reconoció al agregar que 'Facebook simplemente permitió que su difusión fuera más fácil'.
Frente a estás observaciones, Facebook dijo que reflexionaba sobre el tema.
'Entendemos que tenemos que hacer más, y que es importante que mejoremos nuestra capacidad de detectar falsas informaciones', indicó la red social en una declaración al sitio TechCrunch.
'Estamos determinamos a seguir trabajando sobre este tema', afirmó Facebook.