En agosto, los mexicanos fustigaron al presidente Enrique Peña Nieto por recibir a Donald Trump a pesar de sus insultos contra los inmigrantes y su amenaza de construir un enorme muro fronterizo.
En noviembre, el triunfo de Donald Trump sobre la demócrata Hillary Clinton en la elección presidencial de Estados Unidos hace pensar que la apuesta de Peña Nieto no fue tan mala idea.
'Las crisis abren oportunidades. Presidente Peña, fuiste acertado y visionario', publicó el miércoles en Twitter, el expresidente mexicano Vicente Fox, uno de los críticos más feroces de la candidatura de Donald Trump.
Eso puede ser un poco forzado sobre todo si consideramos que Peña Nieto también invitó a Hillary Clinton, quien declinó la invitación.
Pero los analistas dicen que la primera reunión, aunque incómoda, les permitió construir una relación y sentar las bases para el próximo encuentro, que planean sostener antes de la entrada en funciones de Trump en enero.
En esta segunda reunión, podrían mantener conversaciones más sustantivas sobre temas polémicos como la demanda de Trump de que México pague miles de millones de dólares por el muro y se renegocie el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
'A lo mejor les confirma y va decir 'sí va haber muro y sí van a pagar'', dice José Antonio Crespo, analista político del Centro de investigación y Docencia Económica.
'O si Trump no estaba tomando tan en serio todas estas amenazas, a lo mejor ya dice 'era parte de la campaña, no va haber muro'', indica.
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La primera reunión causó una reacción violenta contra Pena Nieto, con una encuesta mostrando que muchos lo vieron como el mayor error de su presidencia.
La opinión pública arremetió contra el presidente por no confrontar públicamente a Trump durante la conferencia de prensa conjunta, posterior al encuentro.
Previo a la visita del republicano, los mexicanos ya estaban furiosos por sus amenazas de deportar a millones de inmigrantes indocumentados, a los que tachaba de violadores y vendedores de drogas.
Los analistas también señalaron que este encuentro le ayudó al magnate porque le permitió parecer presidencial en un momento difícil en su campaña.
Peña Nieto reconoció más tarde que la invitación fue algo precipitada y dijo que nunca imaginó que Trump produjera tal ira pública.
Pero el mandatario siempre sostuvo que tenía razón al abrir un diálogo con quien podría ser el próximo presidente de Estados Unidos.
El alboroto condujo a la renuncia del confidente y secretario de Hacienda (Finanzas) de Peña Nieto, Luis Videgaray, después de que se filtró a los medios que él había orquestado la reunión.
'El legado de la visita de la campaña de Donald Trump a México continuará siendo un tema polémico', dijo Christopher Wilson, experto en el Instituto de México del Centro de Investigación Wilson Center.
'Pero la explicación alternativa de que comenzó una relación con Donald Trump con un buen comienzo es cada vez más convincente dado el hecho de que Donald Trump será el próximo presidente de Estados Unidos', añadió el académico.
A pesar de ese episodio, dijo Wilson, 'una visita, el comienzo de una relación personal, estas cosas son inequívocamente positivas en el contexto de una relación tan importante para Estados Unidos como para México'.
Charla 'amistosa'
Peña Nieto ha gozado de una buena relación con el presidente Barack Obama y queda por ver si puede encontrar la misma química con Trump.
El mandatario mexicano expresó el miércoles pasado su optimismo acerca de la 'nueva fase' en las relaciones con Washington, afirmando que tuvo una conversación telefónica 'cordial, amistosa y respetuosa' con Trump.
La salud económica de México -con 531,000 millones de dólares en el comercio bilateral de bienes el año pasado- está estrechamente ligada a Estados Unidos y el gobierno está dispuesto a apaciguar a los mercados después de que la victoria de Trump causara que el peso cayera a mínimos récord esta semana.
Vicente Fox, quien llamó a Trump 'loco' y dejó caer la bomba 'F' diciendo que no pagaría por el muro, lo dijo así: 'Aunque (Trump) no es la chica más bonita de la habitación, todavía tenemos que bailar con ella y encontrar una manera de trabajar juntos'.