En estas dos comunidades, los narcotraficantes han entablado alianzas con los pobladores para el uso de pistas clandestinas donde aterrizan las avionetas con cocaína; además, colaboran con ellos en el trasiego de la droga, revela el contraalmirante Héctor Orlando Caballero, de la Fuerza Naval de Honduras.
“Ellos -la gente- también les ayudan a los narcos a esconder la droga hasta que la llevan a otro lugar. Obviamente lo hacen a cambio de dinero. Se han convertido en narcocomunidades”, agrega Caballero en alusión a Palacios, aldea del municipio de Juan Francisco Bulnes, y a Sico.
La Fuerza Naval tiene bases en Puerto Castilla, Colón; Guanaja, Islas de la Bahía, y Caratasca, Gracias a Dios, y apostaderos en Palacios, Las Marías, Brus Laguna y la Barra de Patuca, también en Gracias a Dios.
Los constantes patrullajes en esas “zonas calientes” utilizadas por los narcos para el tráfico de cocaína los ha empujado a Palacios y a Sico.
La férrea vigilancia ha provocado el cierre de narconegocios en comunidades como Brus Laguna. Pero -aseguran los navales- “no les daremos tregua y los vamos a acorralar en Palacios y en Sico hasta desarticular esas bandas del narcotráfico”.
Un equipo de LA PRENSA se trasladó a Colón para acompañar a los navales en los operativos que ejecutan en alta mar a bordo de las patrulleras Lempira.
La tripulación sale a misión durante 30 días. El grupo integrado por ingenieros navales y electrónicos, especialistas en sistemas de comunicación y miembros de las tropas especiales no solo combate a las bandas criminales que operan en el litoral, sino que protegen los recursos naturales del mar, aguas interiores y cooperan en el cumplimiento de misiones con el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos.
60% de pescadores está ligado a narcos
La mayor parte de las operaciones de interdicción que realizan los navales en alta mar son nocturnas. Es el momento cuando la mayoría de las embarcaciones salen con los cargamentos de droga.
Autoridades explicaron que los pescadores utilizan los cayos que se ubican cercanos a las barras de Patuca, Palacios y Caratasca para depositar la droga y son los puntos que de manera permanente son revisados por los navales. “Si bien los pobladores de estas comunidades han tenido la pesca como una fuente de ingresos, ahora enfocan sus actividades en la droga.
Se calcula que un 60% de los pescadores están ligados a estas actividades, ellos utilizan los cayucos para trasladar la droga y la venden. Se vuelven mulas del narco y por eso se revisan sus embarcaciones”, explicó uno de los oficiales asignados en la barra de Patuca.
Solo en Brus Laguna tuvieron que cerrarse cuatro hoteles que eran manejados por redes criminales para la planeación de actividades ligadas al narcotráfico.
“Eran cuatro hoteles en Brus Laguna y los cerraron hace cinco meses. La presencia de la Fuerza Naval los obligó a trasladarse a Palacios que se convierte en el centro de operaciones para estos grupos”, explicó uno de los soldados asignados al apostadero.
La información que maneja la Fuerza Naval es que las pistas clandestinas que utilizan los narcotraficantes están en la laguna de Ivans.
“Hemos identificado pistas en Ivans, están en lugares inaccesibles para nosotros, pero les hemos bloqueado los canales por donde circulan y así les estamos cerrando los espacios”, dijo el oficial.
Uno de los puntos que ahora tiene mayor presencia militar es la comunidad de Las Marías, a seis horas de Palacios.
Para llegar a Las Marías, los soldados viajan a bordo de un pipante, donde cargan la provisión y el combustible que apoyará su labor durante el mes que dura la misión.
Las sedes de los navales en estos lugares son casas de madera, con techo de zinc, sin condiciones, donde ellos cocinan, se turnan para vigilar y al sonido de motores salen a patrullar.
A prueba
La misión no es fácil, además de enfrentarse al peligro, también los navales asignados en los apostaderos explican que son probados por las redes criminales, las que les ofrecen altas sumas de dinero para no patrullar e incluso trasladar la droga en las mismas lanchas patrulleras.
“Me ofrecieron 10 mil dólares para no patrullar en la zona cercana al Patuca, así aseguraban que las embarcaciones que pasaran no fueran revisadas. Son parte de las tentaciones que llegan en el cumplimiento del deber; pero la convicción y nuestro honor están de por medio y por eso no caemos”, explicó uno de los soldados.
Decomisos
Desde 2011 a 2013, la Fuerza Naval ha decomisado 18,114 kilos de cocaína, ha incautado 111 lanchas rápidas, 22 botes pesqueros, cinco semisumergibles, 120 armas, y ha decomisado 1.3 millones de lempiras y 957,794 dólares.
“Tenemos presencia, vigilancia y patrullajes en las aguas jurisdiccionales en la lucha que libramos contra el narcotráfico; para ello hemos adquirido nuevas unidades, con alta tecnología y diseños requeridos que potencian las capacidades para hacerles frente a las amenazas convencionales y no convencionales”, puntualizó el contralmirante Caballero.
El Comando Sur de Estados Unidos informó que solo en 2011 ingresaron al país 275 embarcaciones, en su mayoría lanchas rápidas, y 104 aviones de forma irregular para descargar droga.
La mitad de las trazas marítimas tocaron la zona costera del mar Caribe.
En 2012 se registró un aumento del tráfico de embarcaciones por el Caribe.
Se calcula que cada embarcación -principalmente las lanchas rápidas que llegan a las costas hondureñas- pueden llevar 300,500 o hasta mil kilos de cocaína, pero la cifra exacta es difícil de determinar, todo depende informaron del tipo de embarcación.
Datos
Accesos Solo hay una carretera en la zona de La Mosquitia, la cual inicia en Puerto Lempira y concluye en Mocorón. Todo desplazamiento en el interior es por la vía aérea o acuática, por los afluentes del caudaloso río Patuca, adonde los pobladores utilizan cayucos, pipantes o pangas de remo y motor para movilizarse.
Lanchas con motores de 30 hasta 100 caballos de fuerza movilizan a los pescadores por el río Patuca a diferentes comunidades y municipios. Es costumbre que los viajes sean por la noche y madrugada, de esta manera los pobladores dicen evitar las altas temperaturas que se dan en el sector durante el día.
Base En abril de 2010, el Gobierno de Honduras inauguró la Base Naval en Caratasca con el objetivo de disminuir el tráfico de droga en la zona y contribuir a crear un ambiente favorable para la inversión y ofrecer a los habitantes de Gracias a Dios alternativas en la generación de empleo e ingresos.
Alertas Guardacostas de Estados Unidos y la Fuerza Naval de Colombia apoyan las tareas de interdicción de embarcaciones en aguas hondureñas, alertan de la llegada de barcos sospechosos, lo que facilita la incautación de droga y detención de personas. La Fuerza Naval instalará radares para reforzar la vigilancia.