Ciudad de México, México.
Organizaciones civiles pidieron este miércoles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que inste al gobierno de Honduras a prevenir la migración forzada de niños y jóvenes y evitar la militarización de fronteras para enfrentar este éxodo.
En una de las audiencias del 152° Periodo Extraordinario de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se celebra esta semana en México, las ONG hicieron hincapié en la violencia que viven muchos menores y que les empuja a aventurarse en un peligroso viaje de miles de kilómetros hacia la frontera con Estados Unidos.
Al menos 61.581 niños y adolescentes procedentes de Centroamérica y México fueron detenidos entre octubre de 2013 y julio pasado por Estados Unidos en su frontera sur.
De acuerdo con estas organizaciones, 13.283 provendrían de Honduras.
'Es de nuestro conocimiento que la ayuda de Estados Unidos será utilizada para mayores medidas de control y militarización de la frontera', dijo durante la audiencia Erick Martínez, representante del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos de Honduras.
El activista consideró que las autoridades están brindando un enfoque de seguridad a la agenda migratoria que posterga las soluciones de largo plazo, que deben llegar de programas sociales y humanitarios.
De acuerdo con estas organizaciones, Tegucigalpa destina un bajo presupuesto a programas para atender las condiciones de violencia, acceso a la educación y salud de los niños y adolescentes, que representan el 48% de la población de Honduras, donde al menos 440 jóvenes fueron asesinados en el primer semestre del año.
Existe una coincidencia, señalaron, entre las regiones que más migrantes menores expulsan y las que son parte de la ruta de trasiego de droga hacia el norte.
El comisionado de la CIDH Felipe González expresó su preocupación por la alta incidencia de homicidios de Honduras, considerado como el país con la tasa más elevada de mundo en asesinatos.
Ante los cuestionamientos de Rosa María Ortiz, relatora para de la Defensa de la Niñez de la CIDH, sobre el destino que tendrá la asistencia solicitada a Estados Unidos para la emergencia migratoria, el procurador General de Honduras, Abraham Alvarenga, dijo que hasta que estos recursos sean canalizados no se podrá determinar en que programas será aplicada.
Sin embargo, Alvarenga reconoció los altos índices de violencia que vive su país por la presencia de organizaciones de narcotráfico que utilizan su territorio para llevar la droga hacia los países del norte.
'Una buena parte de los recursos' del presupuesto público 'se destina a combatir al narcotráfico' y 'nos vemos limitados' para atender los programas sociales, admitió.
Organizaciones civiles pidieron este miércoles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que inste al gobierno de Honduras a prevenir la migración forzada de niños y jóvenes y evitar la militarización de fronteras para enfrentar este éxodo.
En una de las audiencias del 152° Periodo Extraordinario de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se celebra esta semana en México, las ONG hicieron hincapié en la violencia que viven muchos menores y que les empuja a aventurarse en un peligroso viaje de miles de kilómetros hacia la frontera con Estados Unidos.
Al menos 61.581 niños y adolescentes procedentes de Centroamérica y México fueron detenidos entre octubre de 2013 y julio pasado por Estados Unidos en su frontera sur.
De acuerdo con estas organizaciones, 13.283 provendrían de Honduras.
'Es de nuestro conocimiento que la ayuda de Estados Unidos será utilizada para mayores medidas de control y militarización de la frontera', dijo durante la audiencia Erick Martínez, representante del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos de Honduras.
El activista consideró que las autoridades están brindando un enfoque de seguridad a la agenda migratoria que posterga las soluciones de largo plazo, que deben llegar de programas sociales y humanitarios.
De acuerdo con estas organizaciones, Tegucigalpa destina un bajo presupuesto a programas para atender las condiciones de violencia, acceso a la educación y salud de los niños y adolescentes, que representan el 48% de la población de Honduras, donde al menos 440 jóvenes fueron asesinados en el primer semestre del año.
Existe una coincidencia, señalaron, entre las regiones que más migrantes menores expulsan y las que son parte de la ruta de trasiego de droga hacia el norte.
El comisionado de la CIDH Felipe González expresó su preocupación por la alta incidencia de homicidios de Honduras, considerado como el país con la tasa más elevada de mundo en asesinatos.
Ante los cuestionamientos de Rosa María Ortiz, relatora para de la Defensa de la Niñez de la CIDH, sobre el destino que tendrá la asistencia solicitada a Estados Unidos para la emergencia migratoria, el procurador General de Honduras, Abraham Alvarenga, dijo que hasta que estos recursos sean canalizados no se podrá determinar en que programas será aplicada.
Sin embargo, Alvarenga reconoció los altos índices de violencia que vive su país por la presencia de organizaciones de narcotráfico que utilizan su territorio para llevar la droga hacia los países del norte.
'Una buena parte de los recursos' del presupuesto público 'se destina a combatir al narcotráfico' y 'nos vemos limitados' para atender los programas sociales, admitió.