Villanueva, Cortés, Honduras.
Casi 100 hectáreas de siembra de maíz amarillo se perdieron en Villanueva a causa de la sequía que ha afectado a todo el territorio nacional.
Según la programación de cada uno de los 38 campesinos que integraron el programa de seguridad alimenticia impulsado por Cargill, Care y la Municipalidad, se debían cosechar 50 quintales de maíz por hectárea, 20 para consumo propio y 30 para la venta, pero los campesinos manifestaron que no lograron rescatar ni para el alimento de sus familias.
Walter Perdomo, alcalde de Villanueva, manifestó que las pérdidas por sequía podrían desencadenar una crisis alimentaria en el municipio.
“No podemos ni expresar la preocupación que tenemos ante la posibilidad de que se desate una hambruna, sobre todo en el sector de la montaña. Por la falta de lluvia se nos han secado ocho pozos, lo que ha generado un desabastecimiento de agua potable que agudiza el problema”.
Perdomo agregó que los constantes apagones de la Enee han dañado equipo de bombeo de agua, lo que ha contribuido a la crisis, que lógicamente se deriva de los cambios climáticos.
La situación es motivo de preocupación entre los agricultores y la Corporación Municipal por las consecuencias negativas que esto podría tener en Villanueva, ya que según las autoridades podría incrementar el abigeato, robo a las haciendas; pero aseguraron que están planeando estrategias para reducir las pérdidas, que se cuantifican en unos 650 mil lempiras.
Muchos de los productores aseguraron sus cultivos, por lo que la pérdida es menor, pero el seguro no cubrirá lo invertido en mano de obra para la limpieza del terreno antes de la siembra.
También se perdieron los cultivos de legumbres, maíz blanco, sandía, yuca, zanahoria, plátano y limón persa. Se afectó el crecimiento de la caña, lo que podría desencadenar un aumento en el precio del azúcar.
Preocupación
El agricultor Franklyn Tróchez manifestó que él entró al programa con la intención de sembrar dos hectáreas de maíz.
“Al ver que pasaban los días y no llovía, me dio miedo sembrar las dos hectáreas y aunque ya las tenía preparadas solo me decidí por una y perdí el 60% de la cosecha”. Tróchez agregó que perdió 18 mil lempiras.
Sus compañeros que sembraron de dos a cinco hectáreas y no recuperaron nada se encuentran desesperados.
Hugo Mena, otro de los campesinos del sector El Perico, manifestó que es la primera vez que pasa por una sequía tan aguda como esta. “La verdad no sé qué hacer, esto no me había pasado nunca. Perdí el 100% de todo lo que sembré y mientras no vea lluvia de verdad no voy a volver a plantar semillas”.
Mena agregó que la ventaja del proyecto era que el capital semilla se los daban al crédito con un valor de 13 mil lempiras el paquete por hectárea y que ya tenían el cliente fijo para toda la cosecha, que en este caso iba ser Cargill.
Los campesinos y la corporación piden la intervención del Gobierno para implementar un proyecto de sistemas de riego por gravedad y almacenamiento de agua lluvia en el municipio.
Hay productores que piden que la poca cosecha que se pueda recuperar se reparta entre ellos para tener algo que comer.
Según Copeco lloverá entre el 12 y 15 de agosto, pero ya es tarde para poder recuperar el producto. La sequía también trae problemas en la producción de leche y carne porque no hay alimento para engordar el ganado, por lo que podría agotarse el producto en el mercado y aumentar su precio.
Casi 100 hectáreas de siembra de maíz amarillo se perdieron en Villanueva a causa de la sequía que ha afectado a todo el territorio nacional.
Según la programación de cada uno de los 38 campesinos que integraron el programa de seguridad alimenticia impulsado por Cargill, Care y la Municipalidad, se debían cosechar 50 quintales de maíz por hectárea, 20 para consumo propio y 30 para la venta, pero los campesinos manifestaron que no lograron rescatar ni para el alimento de sus familias.
Walter Perdomo, alcalde de Villanueva, manifestó que las pérdidas por sequía podrían desencadenar una crisis alimentaria en el municipio.
“No podemos ni expresar la preocupación que tenemos ante la posibilidad de que se desate una hambruna, sobre todo en el sector de la montaña. Por la falta de lluvia se nos han secado ocho pozos, lo que ha generado un desabastecimiento de agua potable que agudiza el problema”.
Perdomo agregó que los constantes apagones de la Enee han dañado equipo de bombeo de agua, lo que ha contribuido a la crisis, que lógicamente se deriva de los cambios climáticos.
La situación es motivo de preocupación entre los agricultores y la Corporación Municipal por las consecuencias negativas que esto podría tener en Villanueva, ya que según las autoridades podría incrementar el abigeato, robo a las haciendas; pero aseguraron que están planeando estrategias para reducir las pérdidas, que se cuantifican en unos 650 mil lempiras.
Muchos de los productores aseguraron sus cultivos, por lo que la pérdida es menor, pero el seguro no cubrirá lo invertido en mano de obra para la limpieza del terreno antes de la siembra.
También se perdieron los cultivos de legumbres, maíz blanco, sandía, yuca, zanahoria, plátano y limón persa. Se afectó el crecimiento de la caña, lo que podría desencadenar un aumento en el precio del azúcar.
Preocupación
El agricultor Franklyn Tróchez manifestó que él entró al programa con la intención de sembrar dos hectáreas de maíz.
“Al ver que pasaban los días y no llovía, me dio miedo sembrar las dos hectáreas y aunque ya las tenía preparadas solo me decidí por una y perdí el 60% de la cosecha”. Tróchez agregó que perdió 18 mil lempiras.
Sus compañeros que sembraron de dos a cinco hectáreas y no recuperaron nada se encuentran desesperados.
Hugo Mena, otro de los campesinos del sector El Perico, manifestó que es la primera vez que pasa por una sequía tan aguda como esta. “La verdad no sé qué hacer, esto no me había pasado nunca. Perdí el 100% de todo lo que sembré y mientras no vea lluvia de verdad no voy a volver a plantar semillas”.
Mena agregó que la ventaja del proyecto era que el capital semilla se los daban al crédito con un valor de 13 mil lempiras el paquete por hectárea y que ya tenían el cliente fijo para toda la cosecha, que en este caso iba ser Cargill.
Los campesinos y la corporación piden la intervención del Gobierno para implementar un proyecto de sistemas de riego por gravedad y almacenamiento de agua lluvia en el municipio.
Hay productores que piden que la poca cosecha que se pueda recuperar se reparta entre ellos para tener algo que comer.
Según Copeco lloverá entre el 12 y 15 de agosto, pero ya es tarde para poder recuperar el producto. La sequía también trae problemas en la producción de leche y carne porque no hay alimento para engordar el ganado, por lo que podría agotarse el producto en el mercado y aumentar su precio.
