24/11/2024
02:00 AM

Sánchez Cerén espera que a Obama le aprueben $3,700 millones

El mandatario de El Salvador dijo que el tema de la niñez emigrante es responsabilidad ineludible.

Washington, Estados Unidos.

El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, calificó como “fructífera” la reunión con el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, en la que aseguró que se alcanzaron compromisos para lograr una estrategia a largo plazo dirigida a atajar las causas que llevan a emigrar a miles de niños y jóvenes centroamericanos.

El encuentro -dijo- permitió el “compromiso para empezar a hacer los estudios y trabajar en los lineamientos de los montos para lograr una estrategia más de largo plazo que elimine las raíces estructurales vinculadas a la desigualdad, a la pobreza, la inseguridad”.

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El ministro de Exteriores salvadoreño, Hugo Martínez, que acompañó al Presidente en su viaje oficial, indicó que los equipos ya están trabajando “en el plan de largo plazo que puede ir por un período de 5 a 10 años para atajar las causas estructurales de la migración”.

Obama recibió en la Casa Blanca conjuntamente a Sánchez Cerén y a los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina, y Honduras, Juan Orlando Hernández, con el objetivo de buscar soluciones ante la llegada masiva de menores indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos, que desde octubre han superado los 57,000.

“El tema de los niños no acompañados está vinculado a desmontar todas las estructuras que tienen que ver con el crimen organizado y con aquellas estructuras relacionadas con el tráfico ilegal de personas”, dijo el Presidente, quien pidió a los padres que no “arriesguen” la vida de sus hijos en un viaje “tan peligroso”.

El mandatario señaló que sobre todo se trata de una “tema humanitario”, que hay que enfrentar de manera coordinada, ya que afecta a la región del triángulo norte de Centroamérica, pero también a Estados Unidos como país receptor y México como país de tránsito.

Sánchez Cerén aseguró que es un asunto de “corresponsabilidad” cuyas raíces “tienen que ver con causas de desarrollo económico, de una política más efectiva al combate del crimen y garantizar seguridad a la ciudadanía y el desarrollo social”.

“Es una responsabilidad que no podemos evadir”, subrayó.

El mandatario espera que el Congreso estadounidense apruebe los 3,700 millones de dólares que ha solicitado Obama para paliar la crisis y aseguró que su “percepción”, tras las reuniones que ha tenido en estos dos días de visita oficial con líderes del Partido Demócrata y del Republicano, es que “están en la idea de acelerar el apoyo”.

“Nosotros esperamos que la petición de fondos que ha hecho el presidente Obama sea aprobada antes de las vacaciones de agosto”, aseguró, al tiempo que mencionó que trabajarán con instituciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo para conseguir apoyo para programas educativos y de formación profesional.

“Nosotros queremos que en nuestros países (los ciudadanos) tengan oportunidades y esa es parte de mi compromiso”, afirmó.

Los tres presidentes centroamericanos llegaron a Washington, donde se reunieron con congresistas y con el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y luego acudieron a la Organización de Estados Americanos (OEA).