San Pedro Sula, Honduras.
En 30 días entregará el primer informe del hospital Mario Rivas la comisión interventora, según Lenin Palencia, uno de sus miembros.
“El Presidente ha establecido un tiempo máximo para entregar un informe claro de propuestas. Para resolver el problema de la atención pasamos por tres vías: el suministro de medicamentos, materiales y el recurso humano, en todos esos aspectos estamos trabajando”, contó Palencia.
La comisión interventora fue juramentada el viernes anterior por la ministra de Salud, Yolany Batres. Pero fue ayer que tomaron de forma oficial la dirección y administraci?n del centro asistencial. Las acciones se derivan de que la crisis del centro asistencial ha tocado fondo.
La falta de medicamentos unido a que el crimen organizado ha tenido el control del Rivas merma la calidad de atención de miles de pacientes.
Merlin Fernández, exdirector del Mario Rivas y exministro de Salud, informó que los cargos de dirección, subdirección, administrador, jefe de personal, compras y almacén quedan en suspenso.
“Ahora nos reunimos con el personal para informarle de los alcances del decreto presidencial, las funciones de la comisión y las acciones inmediatas. Quedan en suspenso algunos empleados del hospital”, explicó Fernández.
Como resultado de la primera reunión de trabajo, miembros de la comisión interventora solicitaron a todos los jefes de departamento un resumen de los principales problemas.
“Eso lo pedimos para mañana o pasado, de lo que están viviendo en este momento. Los requerimientos que tienen de apoyo y las soluciones más urgentes”. La comisión hará una evaluación del personal que labora en el centro asistencial.
“Ellos (los empleados) necesitan los recursos, pero nosotros queremos saber qué hacen con esos recursos, cómo se manejan y qué garantías hay de que van a ser usados racionalmente y no se van a perder. La queja es que hay fuga de medicamentos”, señaló. La ministra de Salud dijo que tienen denuncias que los guardias que vigilaban el Rivas cobraban a los familiares de los pacientes para poder entrar a las salas y verlos.
Ordenado y sin medicinas
Con la llegada de los militares al sanatorio se ha empezado a combatir uno de los problemas del Mario Rivas: la seguridad. Unos 90 militares se han instalado dentro y fuera del sanatorio.
“En las mismas salas, área de emergencia y corredores había gente vendiendo medicamentos. Otros que andaban cometiendo actos delictivos; pero en la parte de seguridad las cosas han cambiado”, manifestó el cirujano Juan Craniotis.
Pero hasta ayer, las cirugías electivas continuaban suspendidas. En áreas como emergencia siguen sin materiales elementales, como gasas y guantes.
En pediatría la cantidad de cirugías electivas acumuladas en lo que va del año ya llega a 600, según Craniotis. De no haber respuesta a corto plazo, la cantidad de niños esperando por una cirugía podría llegar al doble a final de 2014. “Algunos pacientes los estamos operando en la Fundación Ruth Paz, pero la gente sigue viniendo y la mora quirúrgica sigue aumentando”, señaló el cirujano.
Por ahora, los pacientes deben comprar hilos, guantes, anestesia, antibióticos y la ropa de sala de operaciones.
María Raquel Gómez, madre de un joven fracturado, clamó ayer por ayuda, pues no le operaron a su hijo por no contar con los seis mil lempiras para comprar los materiales. Para ayudarla se puede llamar al 9641-5486.
En 30 días entregará el primer informe del hospital Mario Rivas la comisión interventora, según Lenin Palencia, uno de sus miembros.
“El Presidente ha establecido un tiempo máximo para entregar un informe claro de propuestas. Para resolver el problema de la atención pasamos por tres vías: el suministro de medicamentos, materiales y el recurso humano, en todos esos aspectos estamos trabajando”, contó Palencia.
La comisión interventora fue juramentada el viernes anterior por la ministra de Salud, Yolany Batres. Pero fue ayer que tomaron de forma oficial la dirección y administraci?n del centro asistencial. Las acciones se derivan de que la crisis del centro asistencial ha tocado fondo.
La falta de medicamentos unido a que el crimen organizado ha tenido el control del Rivas merma la calidad de atención de miles de pacientes.
Merlin Fernández, exdirector del Mario Rivas y exministro de Salud, informó que los cargos de dirección, subdirección, administrador, jefe de personal, compras y almacén quedan en suspenso.
“Ahora nos reunimos con el personal para informarle de los alcances del decreto presidencial, las funciones de la comisión y las acciones inmediatas. Quedan en suspenso algunos empleados del hospital”, explicó Fernández.
Como resultado de la primera reunión de trabajo, miembros de la comisión interventora solicitaron a todos los jefes de departamento un resumen de los principales problemas.
“Eso lo pedimos para mañana o pasado, de lo que están viviendo en este momento. Los requerimientos que tienen de apoyo y las soluciones más urgentes”. La comisión hará una evaluación del personal que labora en el centro asistencial.
“Ellos (los empleados) necesitan los recursos, pero nosotros queremos saber qué hacen con esos recursos, cómo se manejan y qué garantías hay de que van a ser usados racionalmente y no se van a perder. La queja es que hay fuga de medicamentos”, señaló. La ministra de Salud dijo que tienen denuncias que los guardias que vigilaban el Rivas cobraban a los familiares de los pacientes para poder entrar a las salas y verlos.
Ordenado y sin medicinas
Con la llegada de los militares al sanatorio se ha empezado a combatir uno de los problemas del Mario Rivas: la seguridad. Unos 90 militares se han instalado dentro y fuera del sanatorio.
“En las mismas salas, área de emergencia y corredores había gente vendiendo medicamentos. Otros que andaban cometiendo actos delictivos; pero en la parte de seguridad las cosas han cambiado”, manifestó el cirujano Juan Craniotis.
Pero hasta ayer, las cirugías electivas continuaban suspendidas. En áreas como emergencia siguen sin materiales elementales, como gasas y guantes.
En pediatría la cantidad de cirugías electivas acumuladas en lo que va del año ya llega a 600, según Craniotis. De no haber respuesta a corto plazo, la cantidad de niños esperando por una cirugía podría llegar al doble a final de 2014. “Algunos pacientes los estamos operando en la Fundación Ruth Paz, pero la gente sigue viniendo y la mora quirúrgica sigue aumentando”, señaló el cirujano.
Por ahora, los pacientes deben comprar hilos, guantes, anestesia, antibióticos y la ropa de sala de operaciones.
María Raquel Gómez, madre de un joven fracturado, clamó ayer por ayuda, pues no le operaron a su hijo por no contar con los seis mil lempiras para comprar los materiales. Para ayudarla se puede llamar al 9641-5486.