El director de la Policía de Honduras, Ramón Sabillón, anunció hoy la suspensión temporal de un jefe policial en el departamento occidental de Lempira, por su presunta colaboración con el tráfico de 3.000 plantas de marihuana y armas, incautadas el pasado viernes a un hondureño y un colombiano.
Se trata del comisario Constantino Zavala, quien será sometido 'a un proceso de investigación' para determinar su responsabilidad en este caso, según indicó Sabillón a los periodistas en San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
'Él tendrá que entregar su chapa (placa) y su arma, no podrá realizar las funciones de policía hasta que culmine su investigación', subrayó el jefe policial, quien dijo que Zavala podría enfrentar un 'proceso penal' por este caso.
Las fuerzas de seguridad detuvieron el viernes pasado al hondureño Jester Miranda y al colombiano Rubén Pinilla, a quienes les incautaron unas 3.000 plantas de marihuana y armas de fuego, en la aldea La Cumbre, según un comunicado de la Secretaría de Seguridad.
Las autoridades hondureñas también informaron de que investigaban la existencia de un 'laboratorio' supuestamente utilizado para procesar esa droga, aunque hasta ahora no han dado más detalles.
El territorio hondureño es utilizado como puente por narcotraficantes sudamericanos que envían cargamentos de drogas, en especial de cocaína, hacia Estados Unidos, aunque parte de alguna de ese alucinógeno se queda en el país centroamericano, según las autoridades locales.
La Policía de Honduras inició un proceso de depuración en noviembre de 2011 a causa de las múltiples denuncias contra agentes y oficiales involucrados en delitos como homicidios, narcotráfico, extorsión, secuestros y robo de vehículos, entre otros. EF