Neymar se bajó por último del autobús que trasladó al equipo brasileño desde Teresópolis hacia Río de Janeiro. Lucía cansado, agobiado, mal humorado y no fue nada simpático ni amable con un pequeño grupo de aficionados que esperaron por casi dos horas para ver a su ídolo.
El crack brasileño y del Barcelona no tuvo el gesto de detenerse un segundo para regalarle fotografías a sus seguidores y mucho menos una firma. Solo les hizo un gesto indicando que llegaba cansando y que sería otro día a horas del duelo frente a Honduras de este miércoles por la semi de Juegos Olímpicos.
Los torcedores se sintieron desilusionados porque lo único que querían era tener cerca a su ídolo, al capitán de la selección brasileña que este miércoles se mide ante Honduras por las semifinales de los Juegos Olímpicos.
Neymar casi pasó escondido enfrente de los medios y de la poca afición. Llevaba en su cuello un cojín con los colores de la bandera de Brasil. En su mano izquierda llevaba un pequeño bolso y su teléfono celular.
Momento en que Neymar salía del bus. Foto Juan Salgado/Enviado Especial
|
Neymar no quiso atender a los aficionados brasileños. Foto Juan Salgado.
|
Neymar será el gran referente en el juego de este miércoles en el estadio Maracaná entre Brasil y Honduras. Todos los ojos del mundo estarán sobre él.