Atrevida y controversial. Sin remordimiento por el acoso virtual que han causado fotografías en las que aparece desnuda. La joven periodista Elsa Oseguera asegura que ella misma tomó las imágenes de su busto que circulan en las redes sociales.
La reportera de la nota roja de HCH con más de 35 mil seguidores en Facebook respondió en ALERO las 20 preguntas. Desde niña quiso ser periodista y aprendió a usar armas de fuego en la adolescencia.
Desde chiquita quise ser periodista. Me gustaba ver las noticias, me ponía a imitar a los de televisión. Me gustaba ver a la gente reporteando bajo la lluvia, en todas las catástrofes y acontecimientos. Recuerdo que imitaba a María Celeste. En la escuela compré una grabadora y yo solita me grababa. En el colegio se había creado una página en Hi5 donde se ponían todos los eventos, los chambres; nadie sabía, pero yo era la administradora. Ese fue mi primer ejercicio como periodista. Era como un periódico clandestino.
Me crié solo con mi papá. No estuve en un colegio normal de muchachas; estuve en un colegio militar. Aprendí a usar muchas armas, granadas. Fue muy bonita mi adolescencia. Pero la época más bonita fue la universidad; ahí descubrí todo un mundo nuevo.
Un compañero de la universidad me dijo que había un casting en Canal 6. Había una fila enorme, fui y me quedé. Empecé como presentadora de noticias internacionales el 7 de agosto de 2012. Renuncié a Canal 6 porque me surgió la oportunidad en VTV, pero cambiaron de formato y decidieron separarme. Luego, Ernesto Rojas me localizó para trabajar en HCH. Yo nunca había sido reportera; siempre estuve de presentadora. Acepté, me explicaron el formato y empecé.
Muy buena. él es una persona a quien no le importa lo que la gente diga, la cizaña que quieran meter. Valora los resultados del trabajo, dice que todos sus empleados son sus hijos y así nos trata. Él me da todo su apoyo. Ha sido prácticamente la base para que ignore lo que pasa y que no me afecte.
Estoy acostumbrada a vestirme así, nunca le vi inconveniente. Vengo de estar en set, de andar con tacones y salgo a la calle como se viste una presentadora, hasta con saco. La gente se me queda viendo y cree que ando modelando, pero eso no entorpece mi labor periodística. Es una ciudad calurosa y no voy a andar manga larga o cuello de tortuga.
Son tantas cosas. Por ejemplo “así no se viste una periodista” y es gente que ni siquiera ha estudiado periodismo. Estoy preparada para que me digan que soy una buena periodista o que soy una pésima periodista. Y cómo una persona que nunca ha ido a cubrir un asesinato me va a decir así no se viste. Son muchas cosas feas las que me han dicho.
Usé frenillos, no sé si eso cuenta. Mi busto me lo operé porque no tenía; tengo implantes de seno. La gente critica mucho las operaciones, pero cuando una persona no las tiene dicen que es fea. Comprendí que hay que quedar bien con uno mismo.
Mi mamá me pagó esa operación en 2012.
Tengo cinco años de hacer ejercicios. Tuve problemas con mi peso. Hubo un tiempo que podría decirse que caí en anorexia. Pesé 90 libras, era un esqueletito. No comía, me tomaba un plato de cereal o avena al día. Tenía una sicosis. La gente le mete cosas a uno. Ahora no me restrinjo de nada, como baleadas, yuca con chicharrón, de todo.
La primera vez que me la enviaron sí me sentí mal. A nadie le va a gustar verse expuesto de esa manera, que le estén pidiendo dinero para no publicar; pues decidí publicarlas por eso. Hay fotos incluso en las que no soy yo; son casi iguales a mí. Se las han mandado a mi jefe creyendo que me van a perjudicar. Sé que hay personas que no me quieren, pero si piensan que una imagen me va a costar mi trabajo, no. Hace poco me di cuenta de la foto del piercing. Me causa gracia, sé que lo han hecho con la intención de que me vaya del país, como hicieron con “Adela”, que la sacaron desnuda y se fue. Tendrían que quitarme el talento que Dios me dio para que me vaya.
Esa es la pregunta que me hago yo. Algunas de las fotos son mías, pero no tengo culpa de que alguien las publicara. En otras no soy yo. La gente dice “mírenla” y sé que si reviso el teléfono de cada uno, me voy a encontrar más de una fotografía desnudo. Eso no me quita el sueño. La del busto es mía y me hago responsable. La persona que lo hace está actuando al revés porque famosa me está haciendo.
Y por qué me voy a arrepentir si yo no las he publicado. Que se arrepienta el que las publicó porque yo no me las tomé para el público, me las tomé para mí.
Sí, y qué me van a decir. No es mi culpa. Volver atrás ya no puedo.
No sé si puedo contestar eso, no sé. No tengo estereotipo físico.
No sé, no sé. No. No sé, no sé de dónde se han sacado eso.
Me siento normal. Soy una persona que no pierde el norte. No me eleva nada, tengo los pies puestos sobre la tierra.
No puedo decir eso. Esto lo va leer mi papá.
Yo no. A mí me han sido infiel muchas veces.
Me congrego y tengo intimidad con Dios, pero no soy de las personas que lo pasan publicando en Facebook. No me tomo fotografías en la iglesia para que me vean ni me visto con ropa de santurrona. El Dios que yo conozco se fija más en cómo trato a mi prójimo y en cuántas veces oro, no en cuántos versículos publico en Facebook.
Ya no participo, sentí que los de Libre éramos discriminados, no nos dejaban llevar bandera y no me gustó. Fui atacada por un grupo de las antorchas y los que estaban ahí para defenderme eran los de Libre. Desde ese día dije “no vuelvo a participar en eso”.
Fecha de nacimiento: 08-12-1992
Edad: 22 años
Ciudad: San Pedro Sula
Profesión: Licenciada en Periodismo
Religión: Evangélica
Partido político: Libre
Libro favorito: Modus operandi de las tinieblas
Música: Camilo Sesto
Comida: Baleadas con huevo
Situación sentimental: Novio