Tegucigalpa, Honduras.
El fantasma del accidente del vuelo 390 de Taca, que en mayo de 2008 cobró la vida de cinco personas, es de nuevo el sustento para que se anuncie el cierre del aeropuerto Toncontín en la capital.
Bajo el argumento de la seguridad para los pasajeros, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que Toncontín será una terminal de emergencia militar y todas las operaciones de vuelos internacionales se trasladarán al nuevo aeropuerto de Palmerola, en Comayagua.
“Toncontín debe quedar exclusivamente para uso de una emergencia militar. Se desarrollará una industria de servicios para poder llevar a los pasajeros desde Tegucigalpa en 40 minutos, en un bus cómodo a una velocidad moderada, con maletas y todo”, aseveró el mandatario.
A pesar de la oposición de algunos sectores, la decisión está tomada, afirma José Navarro, jefe de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil.
“El Presidente dio la orden que este año se hace la licitación de Palmerola, en enero se inicia la construcción, la terminal se concluye antes de 2017 y en la primera semana de enero, el presidente entrega el nuevo aeropuerto”.
Mientras unos están a favor del traslado de los vuelos internacionales a Palmerola, otros aseguran que con la medida se lapida la economía en la capital.
Un grupo de empleados del aeropuerto se apostó en las instalaciones de Casa Presidencial ayer para pedir que no se cierre la terminal aérea. Con pancartas exigieron que se permita que sigan las operaciones de Toncontín, ya que el aeropuerto es fuente de empleo de decenas de familias de la capital.
Faiz Sikaffi, noveno regidor, manifestó que el traslado de los vuelos es positivo pues puede impactar hasta en una reducción en los costos de los pasajes aéreos.
El fantasma del accidente del vuelo 390 de Taca, que en mayo de 2008 cobró la vida de cinco personas, es de nuevo el sustento para que se anuncie el cierre del aeropuerto Toncontín en la capital.
Bajo el argumento de la seguridad para los pasajeros, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que Toncontín será una terminal de emergencia militar y todas las operaciones de vuelos internacionales se trasladarán al nuevo aeropuerto de Palmerola, en Comayagua.
“Toncontín debe quedar exclusivamente para uso de una emergencia militar. Se desarrollará una industria de servicios para poder llevar a los pasajeros desde Tegucigalpa en 40 minutos, en un bus cómodo a una velocidad moderada, con maletas y todo”, aseveró el mandatario.
A pesar de la oposición de algunos sectores, la decisión está tomada, afirma José Navarro, jefe de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil.
“El Presidente dio la orden que este año se hace la licitación de Palmerola, en enero se inicia la construcción, la terminal se concluye antes de 2017 y en la primera semana de enero, el presidente entrega el nuevo aeropuerto”.
Mientras unos están a favor del traslado de los vuelos internacionales a Palmerola, otros aseguran que con la medida se lapida la economía en la capital.
Un grupo de empleados del aeropuerto se apostó en las instalaciones de Casa Presidencial ayer para pedir que no se cierre la terminal aérea. Con pancartas exigieron que se permita que sigan las operaciones de Toncontín, ya que el aeropuerto es fuente de empleo de decenas de familias de la capital.
Faiz Sikaffi, noveno regidor, manifestó que el traslado de los vuelos es positivo pues puede impactar hasta en una reducción en los costos de los pasajes aéreos.