San Pedro Sula, Honduras.
El traslado de 1,250 privados de libertad a la Penitenciaría Nacional Noroccidental podrá controlar los actos delictivos ejecutados desde el interior de los centros penales del país, pero la obra se paralizó hace un mes por falta de fondos.
La construcción del nuevo presidio en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, inició en junio de 2013. Sin embargo, se ha dejado de trabajar en varias ocasiones.
La primera etapa de este proyecto, que comprende seis módulos, se pretendía entregar este mes.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Pro Construcción del Centro Penal, señaló que están esperando un desembolso de 60 millones de lempiras de la tasa de seguridad para continuar.
“Nos han dicho que tiene que reunirse el comité de nuevo para aprobar el dinero. La obra no va a estar terminada en marzo. Lo que me duele es que el Estado piensa que nos hace un favor y el favor lo hacemos nosotros porque todos somos voluntarios. Andamos como mendigos pidiendo dinero y el proyecto sale tres veces más barato que si lo hacía la empresa privada contratada por el Gobierno”, expresó Emiliani.
Seguridad
Este reclusorio contará con todos los niveles adecuados de seguridad y rehabilitación. Fotografías captadas el pasado lunes por un equipo de Diario LA PRENSA muestran cómo los presos tienen acceso a binoculares y celulares. Esto no será tan fácil en el nuevo penal.
“La nueva penitenciaría está diseñada para que la seguridad sea de alto nivel. Nosotros cumplimos al hacer el presidio con todo lo adecuado, pero los administradores deben regularlo todo”.
La construcción de la primera etapa ha avanzado un 70% en su obra gris. La fundación solo cuenta con tres millones de lempiras.
“La burocracia es muy grande. Ya se construyó en El Porvenir (Francisco Morazán) y va el de Ilama (Santa Bárbara) y el nuestro, que es un proyecto más antiguo, no se ha terminado. Me alegro por los otros, pero duele que no seamos apoyados de la misma manera. Son sentimientos encontrados”.
Para retomar el control en los presidios, al Congreso Nacional se introdujo una reforma en el decreto 255-2013 de la Ley de Limitación de Servicios de Telefonía Móvil Celular y Comunicaciones Personales PCS en centros penales del país.
El traslado de 1,250 privados de libertad a la Penitenciaría Nacional Noroccidental podrá controlar los actos delictivos ejecutados desde el interior de los centros penales del país, pero la obra se paralizó hace un mes por falta de fondos.
La construcción del nuevo presidio en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, inició en junio de 2013. Sin embargo, se ha dejado de trabajar en varias ocasiones.
La primera etapa de este proyecto, que comprende seis módulos, se pretendía entregar este mes.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Pro Construcción del Centro Penal, señaló que están esperando un desembolso de 60 millones de lempiras de la tasa de seguridad para continuar.
“Nos han dicho que tiene que reunirse el comité de nuevo para aprobar el dinero. La obra no va a estar terminada en marzo. Lo que me duele es que el Estado piensa que nos hace un favor y el favor lo hacemos nosotros porque todos somos voluntarios. Andamos como mendigos pidiendo dinero y el proyecto sale tres veces más barato que si lo hacía la empresa privada contratada por el Gobierno”, expresó Emiliani.
 En el actual centro penal, los reclusos acceden a internet por medio de wifi, utilizan celulares desde el interior o actúan a sus anchas, como lo muestra el lente de LA PRENSA.
|
Este reclusorio contará con todos los niveles adecuados de seguridad y rehabilitación. Fotografías captadas el pasado lunes por un equipo de Diario LA PRENSA muestran cómo los presos tienen acceso a binoculares y celulares. Esto no será tan fácil en el nuevo penal.
“La nueva penitenciaría está diseñada para que la seguridad sea de alto nivel. Nosotros cumplimos al hacer el presidio con todo lo adecuado, pero los administradores deben regularlo todo”.
La construcción de la primera etapa ha avanzado un 70% en su obra gris. La fundación solo cuenta con tres millones de lempiras.
“La burocracia es muy grande. Ya se construyó en El Porvenir (Francisco Morazán) y va el de Ilama (Santa Bárbara) y el nuestro, que es un proyecto más antiguo, no se ha terminado. Me alegro por los otros, pero duele que no seamos apoyados de la misma manera. Son sentimientos encontrados”.
Para retomar el control en los presidios, al Congreso Nacional se introdujo una reforma en el decreto 255-2013 de la Ley de Limitación de Servicios de Telefonía Móvil Celular y Comunicaciones Personales PCS en centros penales del país.
