Tegucigalpa, Honduras.
Unas 25 aeronaves incautadas al narcotráfico y al crimen organizado continúan deteriorándose en los hangares de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH) a la espera de que se resuelva su estatus legal, por lo que se analiza proceder a su enajenación anticipada para poder venderlas en partes o como refacciones.
La Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) posee un registro de 45 aviones asegurados por los cuerpos de seguridad del Estado en los últimos años como resultado de acciones de combate al crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos.
La mayor parte de estos narcoaviones se encuentra en resguardo en las diferentes bases de la Fuerza Aérea a la espera de que los juzgados las declaren en abandono; otras que estaban en mejores condiciones fueron adjudicadas a la institución militar para su uso provisional.
Los aparatos tienen un costo multimillonario y ponerlos en operación implicaría una elevadísima inversión para el Estado de Honduras; aunque de hacerlo no podrían surcar el espacio aéreo internacional en virtud de que carecen de registros y documentos legales.
Devoluciones
Francisco Zavala, director de la Oabi, confirmó a LA PRENSA que de las 45 aeronaves inventariadas, cuatro fueron incautadas bajo la nueva Ley de Privación de Dominio, 25 bajo la Ley de Lavado de Activos, una por privación y lavado de activos que recientemente fue devuelta, 13 decomisadas al narcotráfico y dos nuevas confiscadas recientemente.
Indicó que a la fecha se han devuelto siete naves y otras cinco que fueron donadas, una de las cuales se subastó para la construcción del centro penal noroccidental.
El resto, es decir, 18 aeronaves más, se encuentran en uso provisional de las Fuerzas Armadas de Honduras, tal como lo establece la Ley de Privación de Dominio.
Explicó que la mayoría de estos aviones carecen de bitácoras de vuelo, registros de mantenimiento y documentos de identificación, como el chasis de un carro, por lo que no son navegables en espacios aéreos internacionales en consonancia con las normas de Aeronáutica Civil.
Por este motivo es que la Oabi ha determinado que los aparatos sean utilizados únicamente por la FAH en el país.
Zavala dijo que muchos de estos aviones se encuentran en malas condiciones porque se dañaron o sufrieron desperfectos mecánicos al momento de su aterrizaje, por lo que su reparación es bastante onerosa. Citó como ejemplo que la reparación de uno de los motores de un avión Antonov 28 decomisado en Olancho ronda actualmente los 700 mil dólares.
En virtud de eso se está ponderando el destino y la modalidad de venta, para el caso los aviones que no estén aptos para el uso se ofrecerán mediante la figura de enajenación anticipada, para lo cual se aplicará una evaluación previa.
“Dado que por normas de Aeronaútica Civil estas aeronaves no pueden volar, sino es solo por la Fuerza Aérea, tendrían que venderse como refacciones o como partes y no como aeronaves completas porque nunca tendrán la posibilidad de ser voladas”, detalló.
El coronel José Antonio Sánchez, portavoz de las FF AA, dijo que la institución no está utilizando las naves bajo su custodia porque está esperando que se declare su abandono y traspaso a la Fuerza Aérea.
Afirmó que se hará un estudio técnico para determinar cuáles deben descartarse y cuáles deben ponerse en uso.
Unas 25 aeronaves incautadas al narcotráfico y al crimen organizado continúan deteriorándose en los hangares de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH) a la espera de que se resuelva su estatus legal, por lo que se analiza proceder a su enajenación anticipada para poder venderlas en partes o como refacciones.
La Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) posee un registro de 45 aviones asegurados por los cuerpos de seguridad del Estado en los últimos años como resultado de acciones de combate al crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos.
La mayor parte de estos narcoaviones se encuentra en resguardo en las diferentes bases de la Fuerza Aérea a la espera de que los juzgados las declaren en abandono; otras que estaban en mejores condiciones fueron adjudicadas a la institución militar para su uso provisional.
Los aparatos tienen un costo multimillonario y ponerlos en operación implicaría una elevadísima inversión para el Estado de Honduras; aunque de hacerlo no podrían surcar el espacio aéreo internacional en virtud de que carecen de registros y documentos legales.
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Francisco Zavala, director de la Oabi, confirmó a LA PRENSA que de las 45 aeronaves inventariadas, cuatro fueron incautadas bajo la nueva Ley de Privación de Dominio, 25 bajo la Ley de Lavado de Activos, una por privación y lavado de activos que recientemente fue devuelta, 13 decomisadas al narcotráfico y dos nuevas confiscadas recientemente.
Indicó que a la fecha se han devuelto siete naves y otras cinco que fueron donadas, una de las cuales se subastó para la construcción del centro penal noroccidental.
El resto, es decir, 18 aeronaves más, se encuentran en uso provisional de las Fuerzas Armadas de Honduras, tal como lo establece la Ley de Privación de Dominio.
Explicó que la mayoría de estos aviones carecen de bitácoras de vuelo, registros de mantenimiento y documentos de identificación, como el chasis de un carro, por lo que no son navegables en espacios aéreos internacionales en consonancia con las normas de Aeronáutica Civil.
Por este motivo es que la Oabi ha determinado que los aparatos sean utilizados únicamente por la FAH en el país.
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En virtud de eso se está ponderando el destino y la modalidad de venta, para el caso los aviones que no estén aptos para el uso se ofrecerán mediante la figura de enajenación anticipada, para lo cual se aplicará una evaluación previa.
“Dado que por normas de Aeronaútica Civil estas aeronaves no pueden volar, sino es solo por la Fuerza Aérea, tendrían que venderse como refacciones o como partes y no como aeronaves completas porque nunca tendrán la posibilidad de ser voladas”, detalló.
El coronel José Antonio Sánchez, portavoz de las FF AA, dijo que la institución no está utilizando las naves bajo su custodia porque está esperando que se declare su abandono y traspaso a la Fuerza Aérea.
Afirmó que se hará un estudio técnico para determinar cuáles deben descartarse y cuáles deben ponerse en uso.