San Pedro Sula, Honduras.
Acceso al financiamiento, cobros de impuestos, altos costos de energía, burocracia en permiso de operaciones: son algunos de los obstáculos que enfrentan las mipymes.
Así lo expuso Menoti Maradiaga, subcoordinador del comité de mipymes de la Cámara de Comercio. Maradiaga abordó la situación que enfrentan los microempresarios del país. “Es preocupante. La Cámara ha detectado los problemas que tienen la mayor parte de mipymes. Faltan capacitaciones en área administrativa, operativa, técnica y de mercadeo. Muchos conocen cómo se hace un negocio, pero no cómo formalizarlo; en eso estamos trabajando ya”, expresó.
En la parte financiera, además del acceso a financiamiento, están las altas tasas de interés. “Todo esto impide que se formen nuevos microempresarios y que los que existen vayan desapareciendo”. Según estadísticas de la CCIC, el Valle de Sula tiene aproximadamente 100 mil mipymes.
El 90% está formado entre micros y pequeñas empresas, y un 10% entre medianas empresas. Cada micro genera entre tres a cinco empleos y las pequeñas entre siete y ocho. Los que se logran mantener más activos son el sector alimentario.
Actualmente, el 25% de las mipymes se ven obligadas a cerrar o dejan de contratar más personal. Para fortalecer las nuevas micro y pequeñas empresas, la CCIC está haciendo alianzas.
“Vamos a llegar a los colegios y las universidades para prepararlos y que ellos puedan formar una microempresa fortalizada”, agregó.
Acceso al financiamiento, cobros de impuestos, altos costos de energía, burocracia en permiso de operaciones: son algunos de los obstáculos que enfrentan las mipymes.
Así lo expuso Menoti Maradiaga, subcoordinador del comité de mipymes de la Cámara de Comercio. Maradiaga abordó la situación que enfrentan los microempresarios del país. “Es preocupante. La Cámara ha detectado los problemas que tienen la mayor parte de mipymes. Faltan capacitaciones en área administrativa, operativa, técnica y de mercadeo. Muchos conocen cómo se hace un negocio, pero no cómo formalizarlo; en eso estamos trabajando ya”, expresó.
En la parte financiera, además del acceso a financiamiento, están las altas tasas de interés. “Todo esto impide que se formen nuevos microempresarios y que los que existen vayan desapareciendo”. Según estadísticas de la CCIC, el Valle de Sula tiene aproximadamente 100 mil mipymes.
El 90% está formado entre micros y pequeñas empresas, y un 10% entre medianas empresas. Cada micro genera entre tres a cinco empleos y las pequeñas entre siete y ocho. Los que se logran mantener más activos son el sector alimentario.
Actualmente, el 25% de las mipymes se ven obligadas a cerrar o dejan de contratar más personal. Para fortalecer las nuevas micro y pequeñas empresas, la CCIC está haciendo alianzas.
“Vamos a llegar a los colegios y las universidades para prepararlos y que ellos puedan formar una microempresa fortalizada”, agregó.
