Un informe publicado en las últimas horas por Save the Children registran que más de ocho mil niños hondureños fueron deportados desde México y Estados Unidos en 2014, siendo devueltos a la lamentable situación de pobreza y violencia de la que huían.
De acuerdo al organismo, en total 18,000 niños fueron deportados desde México y Estados Unidos a lo largo del año pasado a Honduras, Guatemala y El Salvador.
Tan solo en Honduras, unos 8,400 niños fueron retornados; en El Salvador, la cifra llegó a duplicarse con creces y pasó de 1,600 en el año 2013 a 4,500 en el año 2014, y en Guatemala las cifras también aumentaron de 2,500 en 2013 a 5,300 en 2014 .
'Muchos niños deportados han relatado casos de abuso sexual y violencia por parte de los traficantes de personas, y afirman haber sufrido un trato deplorable por parte de las autoridades oficiales en las fronteras, así como maltrato verbal y físico por parte del personal en los centros de detención, e incluso han sido sometidos a la privación de comida', indicó Save the Children.
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La organización sostiene que 'muchos de los niños que regresan muestran signos de haber sufrido abusos en el trayecto, y están llegando con graves daños físicos y trastornos emocionales considerables'.
Cifras del ICE establecen que más de 1,800 niños y adolescentes que cruzaron la frontera ilegalmente y sin sus padres han sido deportados anualmente de Estados Unidos en los tres últimos años fiscales, muchos de ellos después de haber pasado por un proceso judicial en las cortes migratorias.
De los 1,901 que fueron expulsados en el año fiscal 2014 — es decir, desde el 1 de octubre del 2013 al 30 de septiembre del 2014 — un 72 por ciento son centroamericanos, principalmente guatemaltecos y hondureños, según datos del gobierno estadounidense obtenidos por The Associated Press. Les siguen los mexicanos, con 484.
Estos menores no forman parte de la fuerte ola de niños centroamericanos no acompañados que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos este año, huyendo de la pobreza y violencia en sus países de origen.
La mayoría de menores que llegaron recientemente tienen sus casos abiertos aún en las cortes migratorias. Muchos de los expulsados a través de los años son deportados a raíz de la decisión de un juez que no obtuvo suficientes pruebas para garantizar asilo o algún otro estatus de protección, señalan los expertos.
'Probablemente muchos de estos niños no contaban con un abogado', opinó Eve Stotland, directora de los servicios legales de The Door, una organización con sede en Nueva York que defiende a menores en las cortes migratorias. 'Hay muchas más posibilidades de que los menores ganen sus casos si cuentan con un abogado'.
Las deportaciones de menores son distintas de las de adultos: se realizan solamente de día y un funcionario del gobierno del país receptor debe registrar la transferencia con su firma, señaló la policía de Inmigración y Control de Aduanas ICE.
Por otro lado, se ofrece al menor la oportunidad de comunicarse con un funcionario de su consulado antes del viaje de regreso y si se trata de hermanos, se intenta asegurar que viajen juntos.
La cifra de menores expulsados es pequeña comparada con el total de deportaciones llevadas a cabo por ICE en el año fiscal 2014 y que llegó a las 315,943.
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La cifra es asimismo menor al total de deportaciones anunciado el año pasado: 368,644. Pocos padres deciden regresar a sus países de origen si sus hijos son deportados, opinó Stotland, que agregó que los menores empezaron a llegar a Estados Unidos en mayor cantidad a partir del 2011.
Cuando son deportados quedan a cargo de familiares o amigos o el gobierno del país de origen se encarga de ellos. Una ley del 2008 protege de la deportación inmediata a menores que provienen de países no contiguos con Estados Unidos, incluyendo entonces a Centroamérica.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció recientemente medidas que protegerán de la deportación a ciertos inmigrantes no autorizados, aunque las nuevas normativas no incluyen a menores no acompañados.