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'El que hable se muere', el pacto de los Tigres

  • 10 diciembre 2014 /

Cinco días después del decomiso, tres camionetas llegaron por el dinero.

Florida, Copán, Honduras.

El mal procedimiento empleado en el decomiso de la fortuna encontrada a los hermanos Valle el día de su captura facilitó que elementos de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres) se robaran $1.3 millones (27 millones de lempiras).

Esa cantidad de dinero fue sustraída de los 11.2 millones de dólares incautados a Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle el 5 de octubre en la aldea Las Crucitas, de Florida, Copán.

Vecinos de la aldea que presenciaron la incautación del dinero manifestaron que los miembros del escuadrón Tigres fueron los primeros en llegar al sitio adonde estaban enterrados los sacos con los dólares en una hondonada dentro de un tanque de agua negro marca Rotoplas.

Los moradores manifestaron que tras encontrar los dólares, los policías empezaron a sacar los sacos sin hacer un conteo, lo que denota que no hubo un control en la incautación de la millonaria cantidad de dólares. Expresaron que en el operativo participaron varios norteamericanos supuestamente miembros de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), pero solo andaban dirigiendo y dándoles apoyo logístico a los policías.

Otra de las cosas que facilitó el robo del dinero es el hecho de que la cadena de custodia no fue efectiva, ya que el faltante de los dos sacos que contenían los 1.3 millones de dólares se detectó mucho tiempo después de que se originara el decomiso.

Foto: La Prensa

Miembros del escuadrón Tigres posan con los dólares decomisados a los hermanos Valle Valle.
Regresaron a traerlos

Los habitantes de comunidades que colindan con la única carretera que da acceso a la aldea adonde encontraron los dólares manifestaron que cinco días después de que se produjera la incautación del dinero y la captura de los hermanos Valle pasaron tres camionetas en horas de la noche supuestamente a traer el botín.

El botín se presume que estaba oculto en unos matorrales cercanos al sitio en el que fue encontrada la fortuna de los Valle. También está la versión de que el dinero lo sacaron en una patrulla.

Otro robo

El caficultor Francisco Orellana, vecino de la comunidad de El Porvenir, denunció que en uno de los operativos que ejecutaron los miembros de la unidad policial Tigres allanaron su casa. “Ellos entraron a las cinco de la mañana rompiendo las puertas y nos encañonaron”, manifestó.

Denunció que los policías le llevaron tres celulares, una cadena de plata, dos relojes y otras cosas.

Orellana indicó que él interpuso la denuncia del robo y abuso de los policías en la oficinas de Derechos Humanos de Santa Rosa de Copán.

Otros vecinos de El Porvenir y El Espíritu repudiaron la acción del robo de los policías.

Dijeron que ese dinero que se robaron los Tigres, mejor lo hubieran invertido en ayudarle a la gente pobre de esos sectores.

Expresaron que desde que capturaron a los hermanos Valle en las aldeas de esa zona ha quedado mucha gente desempleada, ya que ellos daban trabajo.

Fueron sometidos al polígrafo

Doce elementos de la fuerza Tigres que participaron en el operativo fueron sometidos a la prueba del polígrafo, preguntándoles si habían agarrado dinero de los millones de dólares encontrados en la operación de occidente.

El sometimiento a esta prueba dio sus frutos porque ocho elementos resultaron positivos y otros cuatro prefirieron confesar el delito.

Los cuatro elementos que hicieron la confesión plasmaron su verdad mediante un relato escrito a mano y al final de cada papel estamparon su firma y huella digital.

“Todos coinciden en que unos 30 policías se repartieron el dinero y las cantidades que cada uno tomó”, dijo la fuente.

En una de las cartas, uno de los elementos revela que “a un policía le dieron 38 mil dólares” y otro recibió “75 mil dólares”.

En la misma confesión se indica que cuando los policías decidieron quedarse con el dinero hicieron un pacto en el que “el que hable se muere”.

Pero no todos cedieron a las tentaciones. Un policía de esta fuerza no aceptó tomar el dinero porque argumentó que “si mi papá se da cuenta, él me denuncia”, y hubo otro que les advirtió a sus compañeros que si agarraban esos dólares, se iban a “salar”.

Según una fuente policial, fueron dos comisarios, que dirigieron al grupo de 50 elementos Tigres en ese operativo, los que dieron la autorización para que se repartiera el dinero.

Uno de estos comisarios se encuentra custodiado en una habitación del comando Cobras de la capital y no se le permite salir. El otro comisionado, al enterarse de que era investigado se operó de una rodilla para gozar de reposo y no ser llamado para someterlo a custodia.

Foto: La Prensa

También se muestran las armas y otras evidencias encontradas a los acusados de narcotráfico.

Foto: La Prensa

Una de las casas en las que se refugiaron Luis y Arnulfo Valle en la aldea Las Crucitas, en Florida, Copán.