En 10 minutos, unos 22 miembros de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres) vieron la oportunidad para salir de la pobreza.
Ese fue el tiempo que tardaron en decidir si reportaban o no los 19 sacos con los 12.5 millones de dólares (262 millones de lempiras) que tenían escondidos los hermanos Valle en un depósito de plástico bajo tierra utilizado como caleta.
El hallazgo de la jugosa suma fue obra de un equipo de ocho agentes de la unidad Tigres y son ellos los que toman la decisión casi inmediata de apartar dos de los 19 sacos y esconderlos entre los matorrales en torno a la humilde covacha en la que se refugiaban los hermanos señalados por Estados Unidos como narcotraficantes, indican reportes de inteligencia que le llegaron al propio ministro de Seguridad, Arturo Corrales.
Según explicó el propio ministro, los dos sacos con los 1.3 millones de dólares fueron sacados en una patrulla.
Confirmado el robo
Ayer en conferencia de prensa, Corrales dio a conocer algunas de las interioridades de lo ocurrido durante la captura de los hermanos Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle el 5 de octubre recién pasado, día en que se dio el hallazgo de la caleta en la que se encontraban ocultos 19 sacos cargados de dólares.
Según explicó, la sustracción de los dos sacos de dólares se detectó a pocas horas de ejecutada la captura de los Valle, cuando los reportes que venían de fuentes distintas mostraban discrepancias.
Las diferentes unidades policiales daban información distinta a sus jefes inmediatos. Una reportaba 19 sacos de dinero, pero otra reportaba 17, informó Corrales en la comparecencia.
“Parecía que el problema era el conteo de los bultos. Sin embargo, los protocolos de inteligencia y contrainteligencia obligan a identificar por qué en los informes alguien mencionó 19.
Se investiga y se identifica a algunos miembros que han gastado dinero en dólares y que han cambiado su forma de gastar dinero. Con la advertencia que había una diferencia de 19 bultos con 17 se abren los expedientes de investigación y se llega a la conclusión de que al menos 22 de las 150 personas deben ser investigadas”, dijo Corrales.
Del grupo de policías que está en investigación figuran oficiales y miembros de la escala básica, dos de ellos comisarios y tres subinspectores, reveló una fuente a LA PRENSA. “Habrá sanciones para unos, suspensiones para otros y habrá procesos de judicialización para otros. Esa categorización lo hace en sus respectivos momentos la Inspectoría General de la Policía junto con la Fiscalía”, anunció Corrales.
La investigación
El ministro de Seguridad explicó que cuando los Tigres encuentran la caleta, llaman a compañeros de otras dos unidades y estos se tardan unos 10 minutos en llegar al lugar y posiblemente se aprovechó ese momento para ocultar los dos sacos en un matorral o en una patrulla.
“Se hace el hallazgo de las caletas y en aproximadamente 10 minutos una patrulla estaba sola, es altamente probable que en ese momento haya ocurrido la sustracción”, dijo Corrales. Agregó que “hay 22 Policías que merecen ser investigados porque estuvieron en el lugar. Hay cierta información que no vamos a revelar por cuestiones de la investigación misma y por seguridad, no vamos a revelar nombres, rangos ni sexo de las personas investigadas”, señaló.
Dentro del grupo de policías, Corrales asegura que algunos colaboraron. “Hubo miembros Tigres que dijeron ni se les ocurra… otro, por ejemplo dijo - si mi papá se da cuenta, él mismo me denuncia”, contó.
No a la impunidad. El presidente Juan Orlando Hernández calificó de lamentable e indignante la conducta de los policías a quienes se ha confiado la seguridad.
“Es lamentable, pero se cumplió con el cometido de capturar a ese grupo de personas que cometieron delitos. Esta fue una captura y un descubrimiento del mismo grupo de inteligencia hondureño, por un lado indigna, pero por otro reconocemos que hay otros que a pesar de las amenazas están dispuestos a hacer bien su trabajo”, indicó. Hernández aseguró que dio instrucciones de judicializar a todos los que estén involucrados. “Aquí en Honduras tenemos que terminar con la impunidad, caiga quien caiga”, apuntó.
“Los amenazaron”
Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), denunció que algunos policías fueron amenazados por no recibir dinero del operativo de los Valle. “Conocimos que fueron amenazados con dejarlos muertos y enterrados en las montañas de Copán al menos a tres policías”, dijo Castellanos. Para la rectora lo ocurrido solo demuestra que la escogencia del personal policial no pasa por el debido proceso de confiabilidad.