San Pedro Sula, Honduras.
Carlos Mendoza y Julia Mondragón están recién casados y con muchos sueños de tener su vivienda. Juntos emprendieron ese proyecto, pero no lo lograron. A Carlos lo despidieron de su empleo y Julia apenas gana L10 mil. Seguirán alquilando casa en una colonia de clase media baja mientras cambia la situación.
Otros como Carla y Raúl tienen un empleo estable que les permite pagar cuotas mensuales en un proyecto de vivienda; pero al acudir a las urbanizaciones, estas piden una prima del 10% y hasta el 20% del valor total de la casa, cantidad que es difícil en la mayoría de las casos porque no tienen esos fondos.
Ellos son un ejemplo de la realidad que viven las parejas jóvenes de Honduras. En su mayoría no tienen vivienda y están obligados a seguir alquilando. Otra de las dificultades es que en la mayoría de colonias sampedranas los rótulos de “se alquila” y “se vende” están por todos lados, ya sea por la inseguridad o por el desempleo que agudiza la crisis económica.
Esas situaciones preocupan y se plantearán en el Foro de Vivienda que se realizará el próximo año liderado por el Consejo de Desarrollo para San Pedro Sula. El coordinador de ese foro, Félix Soto, dice que se han hecho varios estudios y se ha concluido en que en cuanto a vivienda los sampedranos piden cuotas accesibles que les permita que en vez de que estén pagando un alquiler, adquieran su casa.
“Sabemos que acá en la ciudad se paga alquiler hasta en la orilla de los ríos”, refiere.
El ingeniero está claro que se tienen que involucrar distintos actores porque el Gobierno no tiene capacidad instalada para hacer viviendas, pero sí la empresa privada. “Lo más importante es tener aportantes financieros que no tiene que ser económico, sino financiero”, indicó.
Explicó que actualmente sigue habiendo un déficit de más de 80 mil viviendas en la ciudad, siendo la falta de acceso a préstamos la principal limitante para los ciudadanos. Osmín Bautista, miembro de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), dice que la situación de la vivienda en San Pedro Sula es precaria porque no se puede cubrir la demanda. El que puede optar a una casa es el que gana de cinco salarios mínimos en adelante y que esta cueste unos 800 mil lempiras.
Según el empresario, la propuesta del Gobierno que se trabaja en conjunto con la Municipalidad relacionada con la construcción vertical, es una solución para la clase media baja. No obstante, son proyectos a los que se les debe dar seguimiento.
