Estados Unidos
En lo que podría ser un paso adelante hacia una cura para la diabetes tipo 1, los investigadores afirman haber desarrollado un método a gran escala para convertir células embrionarias humanas en células beta totalmente funcionales capaces de producir insulina.
La diabetes tipo 1, un trastorno autoinmune que afecta a más de tres millones de estadounidenses, se caracteriza porque el cuerpo destruye sus propias células beta pancreáticas, que son las productoras de la insulina. Sin insulina, que se necesita para convertir la comida en energía, la regulación del azúcar en la sangre se sale de control de forma peligrosa.
Actualmente, las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones diarias de insulina para mantener el control del azúcar en sangre. Pero 'las inyecciones de insulina no curan la enfermedad', señaló el coautor del estudio, Douglas Melton, de la Universidad de Harvard. Los pacientes son vulnerables a cambios metabólicos que pueden provocar complicaciones graves, como ceguera y la pérdida de extremidades, señaló esta semana en una teleconferencia.
'Deseábamos reemplazar las inyecciones de insulina con la solución de la naturaleza misma, la célula beta pancreática', comentó Melton. Ahora, 'reportamos la capacidad de producir cientos de millones de esas células', añadió.
Melton tiene la visión de que, al final, un paquete de células beta del tamaño de una tarjeta se podrá trasplantar con seguridad en un paciente de diabetes y dejarse implantado un año o más, antes de que deba ser reemplazado.
Pero entre ese momento y la actualidad, se deben realizar ensayos en humanos, un proyecto que Melton cree que podría comenzar en unos tres años.
Si esa investigación aporta resultados, los hallazgos del equipo de Harvard podrían convertirse en un hito en el esfuerzo de varias décadas por hacer cumplir la promesa de la investigación con células madre como una forma de acceder a nuevos tratamientos para todo tipo de enfermedades.
Melton, codirector del Instituto de Células Madre de Harvard, describió su trabajo como una 'cruzada personal', dado que tiene dos hijos con diabetes tipo 1.
Melton y sus colaboradores describieron los resultados recientes en la edición del 9 de octubre de la revista Cell.
Las células madre son en esencia células no diferenciadas a las que se puede inducir para que se conviertan en células especializadas específicas de un tejido u órgano, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
En algunos casos, esas células se extraen del tejido embrionario. Una alternativa es la posibilidad de derivar células madre de células adultas antes de la especialización, que entonces se reprograman para
que vuelvan a un estado no diferenciado. Se conocen como células madre pluripotentes inducidas.
Dado que el estudio actual se inició antes de la innovación de las células madre pluripotentes inducidas, Milton dijo que su equipo llevó a cabo el trabajo usando células madre embrionarias. Sin embargo, dijo que la capacidad recién encontrada de generar grandes cantidades de células beta funcionará usando cualquiera de los dos tipos.
Las personas sin diabetes tienen en promedio mil millones de células beta, pero en realidad se necesitan apenas alrededor de 150 millones para realizar su función, comentó Melton. Producir esa cantidad ya no es un problema, según los investigadores.
Las células beta inducidas tienen más o menos la misma expresión genética, estructura y función que las células beta humanas que se producen de forma natural, explicaron los autores del estudio. Y las pruebas actuales con animales sugieren que cuando se trasplantan en ratones, no solo controlan la diabetes, sino que la curan.
'Cuando se proveen a un ratón con el sistema inmunitario afectado, podemos curar la diabetes de inmediato, en menos de diez días', aseguró Melton.
En el futuro, el escollo será replicar ese escenario en animales cuyo sistema inmunitario está sano y en guardia. Es posible que la activación de una respuesta inmunitaria automática pueda detener la curación, dijeron los científicos.
Pero ya se está trabajando para resolver ese problema. Hasta ahora, dijo Melton, 'las células han vivido seis meses en los animales. Pero esto todavía está en proceso, así que no sabemos cuánto tiempo sobrevivirán en última instancia'.
Además, los expertos anotan que los hallazgos con animales con frecuencia no se replican en los humanos.
Albert Hwa, director de investigación de descubrimientos de la JDRF, que antes se conocía como la Juvenile Diabetes Research Foundation, afirmó que los resultados del equipo hasta la fecha son un 'hito importante'.
'Siempre hemos sabido del potencial de la investigación con células madre para producir este tipo de resultado', comentó. 'Una de las promesas de la investigación con células madre ha sido la medicina regenerativa para reemplazar órganos o tejidos con el fin de curar enfermedades. Y este es un ejemplo de esa promesa. Así que es algo muy significativo'.
Hwa añadió que en la diabetes 'permitir el acceso fácil a este tipo de producción celular probablemente tenga un impacto potentísimo en el tratamiento en el futuro'.
En lo que podría ser un paso adelante hacia una cura para la diabetes tipo 1, los investigadores afirman haber desarrollado un método a gran escala para convertir células embrionarias humanas en células beta totalmente funcionales capaces de producir insulina.
La diabetes tipo 1, un trastorno autoinmune que afecta a más de tres millones de estadounidenses, se caracteriza porque el cuerpo destruye sus propias células beta pancreáticas, que son las productoras de la insulina. Sin insulina, que se necesita para convertir la comida en energía, la regulación del azúcar en la sangre se sale de control de forma peligrosa.
Actualmente, las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones diarias de insulina para mantener el control del azúcar en sangre. Pero 'las inyecciones de insulina no curan la enfermedad', señaló el coautor del estudio, Douglas Melton, de la Universidad de Harvard. Los pacientes son vulnerables a cambios metabólicos que pueden provocar complicaciones graves, como ceguera y la pérdida de extremidades, señaló esta semana en una teleconferencia.
'Deseábamos reemplazar las inyecciones de insulina con la solución de la naturaleza misma, la célula beta pancreática', comentó Melton. Ahora, 'reportamos la capacidad de producir cientos de millones de esas células', añadió.
Melton tiene la visión de que, al final, un paquete de células beta del tamaño de una tarjeta se podrá trasplantar con seguridad en un paciente de diabetes y dejarse implantado un año o más, antes de que deba ser reemplazado.
Pero entre ese momento y la actualidad, se deben realizar ensayos en humanos, un proyecto que Melton cree que podría comenzar en unos tres años.
Si esa investigación aporta resultados, los hallazgos del equipo de Harvard podrían convertirse en un hito en el esfuerzo de varias décadas por hacer cumplir la promesa de la investigación con células madre como una forma de acceder a nuevos tratamientos para todo tipo de enfermedades.
Melton, codirector del Instituto de Células Madre de Harvard, describió su trabajo como una 'cruzada personal', dado que tiene dos hijos con diabetes tipo 1.
Melton y sus colaboradores describieron los resultados recientes en la edición del 9 de octubre de la revista Cell.
Las células madre son en esencia células no diferenciadas a las que se puede inducir para que se conviertan en células especializadas específicas de un tejido u órgano, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
En algunos casos, esas células se extraen del tejido embrionario. Una alternativa es la posibilidad de derivar células madre de células adultas antes de la especialización, que entonces se reprograman para
que vuelvan a un estado no diferenciado. Se conocen como células madre pluripotentes inducidas.
Dado que el estudio actual se inició antes de la innovación de las células madre pluripotentes inducidas, Milton dijo que su equipo llevó a cabo el trabajo usando células madre embrionarias. Sin embargo, dijo que la capacidad recién encontrada de generar grandes cantidades de células beta funcionará usando cualquiera de los dos tipos.
Las personas sin diabetes tienen en promedio mil millones de células beta, pero en realidad se necesitan apenas alrededor de 150 millones para realizar su función, comentó Melton. Producir esa cantidad ya no es un problema, según los investigadores.
Las células beta inducidas tienen más o menos la misma expresión genética, estructura y función que las células beta humanas que se producen de forma natural, explicaron los autores del estudio. Y las pruebas actuales con animales sugieren que cuando se trasplantan en ratones, no solo controlan la diabetes, sino que la curan.
'Cuando se proveen a un ratón con el sistema inmunitario afectado, podemos curar la diabetes de inmediato, en menos de diez días', aseguró Melton.
En el futuro, el escollo será replicar ese escenario en animales cuyo sistema inmunitario está sano y en guardia. Es posible que la activación de una respuesta inmunitaria automática pueda detener la curación, dijeron los científicos.
Pero ya se está trabajando para resolver ese problema. Hasta ahora, dijo Melton, 'las células han vivido seis meses en los animales. Pero esto todavía está en proceso, así que no sabemos cuánto tiempo sobrevivirán en última instancia'.
Además, los expertos anotan que los hallazgos con animales con frecuencia no se replican en los humanos.
Albert Hwa, director de investigación de descubrimientos de la JDRF, que antes se conocía como la Juvenile Diabetes Research Foundation, afirmó que los resultados del equipo hasta la fecha son un 'hito importante'.
'Siempre hemos sabido del potencial de la investigación con células madre para producir este tipo de resultado', comentó. 'Una de las promesas de la investigación con células madre ha sido la medicina regenerativa para reemplazar órganos o tejidos con el fin de curar enfermedades. Y este es un ejemplo de esa promesa. Así que es algo muy significativo'.
Hwa añadió que en la diabetes 'permitir el acceso fácil a este tipo de producción celular probablemente tenga un impacto potentísimo en el tratamiento en el futuro'.