Tegucigalpa, Honduras.
El publicitado y esperado rescate de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) se desmorona con el paso de los días y apunta a convertirse en un nuevo fiasco oficial debido a los atrasos que han sufrido los fideicomisos para privatizar las áreas de iluminación pública, distribución, transmisión y flujo financiero de esa empresa estatal.
Bajo este escenario la recuperación financiera de la Enee se aplazará de forma indefinida, lo que implicará para el Estado hondureño seguir sufragando las multimillonarias pérdidas que esta compañía pública registra anualmente.
En septiembre pasado se cumplieron 17 meses desde que se adjudicaron a tres bancos locales los fideicomisos de los proyectos de iluminación, distribución y transmisión de electricidad; sin embargo, a esta fecha los fiduciarios aún no han logrado materializar la licitación pública dirigida a ceder dichos procesos a operadores privados.
Los contratos suscritos por el Estado a través de la Comisión para las Alianzas Público-Privadas (Coalianza) con las tres instituciones financieras establecían un plazo de 300 días para estructurar y ejecutar las licitaciones; pero a esta fecha el cronograma de trabajo para alcanzar ese objetivo se encuentra desfasado en el tiempo.
En su momento la adjudicación de estos fideicomisos fue publicitado por el Gobierno saliente como la panacea o la tabla de salvación de la estatal eléctrica, empresa que solo el año anterior registró un déficit de más de 8,000 millones de lempiras. Según estimaciones oficiales, las pérdidas anuales de la Enee equivalen a un poco más del 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En ese contexto, la reducción de pérdidas técnicas y no técnicas, la recuperación financiera y la disminución de personal son parte de las condiciones que está exigiendo el Fondo Monetario Internacional (FMI) para alcanzar una nueva carta de intenciones o un acuerdo económico de corto o mediano plazo con el Gobierno hondureño.
Fracasaron
El Sindicato de Trabajadores de la Enee (Stenee) estimó que a más de un año el proceso fracasó y que por consiguiente el Gobierno debe derogar los fideicomisos y emprender un nuevo modelo que agilice la recuperación financiera de la empresa en el corto y mediano plazo.
“A un año de adjudicados, los fideicomisos fracasaron en el sentido de la orientación de traer nuevas inversiones para el rescate o la reducción de pérdidas en la Enee, porque nosotros pensábamos que venía una inversión de alguien en transmisión, distribución y alumbrado, ponía la logística para bajar las pérdidas y luego se la pagábamos, pero desde ese ángulo los fideicomisos totalmente fracasaron”, cuestionó Miguel Aguilar, presidente del Stenee.
Criticó que este mecanismo solo sirvió para que los bancos ganaran en el manejo del dinero de la facturación de la empresa y en el cobro de los intereses derivados de los préstamos que hicieron al Estado para pagar la millonaria mora que arrastraba con las empresas de generación térmica.
“Vamos a respaldar la posición del Presidente si se busca una nueva figura donde el fideicomiso no sea el que esté buscando un tercero para que opere la Enee, sino que asegure el repago de las inversiones que se hagan en la empresa, esa figura es la que debe aparecer para que la institución tenga el aseguramiento de facturación y en el pago de quienes inviertan en la empresa”, agregó.
Por otro lado, Aguilar denunció que ha existido un retraso premeditado de los fideicomisos, especialmente en los referidos a la distribución y alumbrado público, ya que los costos de ambos proyectos se sobrevaloraron más de lo estimado con relación a los ingresos de la empresa.
“Hay un embotellamiento premeditado en el fideicomiso de distribución y en el de alumbrado por haber sobrevalorado el proyecto inicialmente. La iluminación se sobrevaloró más de lo que recauda la Enee mensualmente por este concepto y en el de distribución hay sendos intereses alrededor de ese fideicomiso y por eso nos parece muy importante la postura del Presidente”, apuntó.
El dirigente es del criterio que si bien los bancos fiduciarios prestaron el dinero para pagar la millonaria mora que arrastraba la Enee, tampoco significa que debe hipotecarse la institución o entregárselas en bandeja de plata.
Noviembre se vence plazo
Al respecto, Leonardo Deras, gerente técnico de la Enee, reconoció que el atraso se presentó en el fideicomiso de distribución que para el Gobierno es el más importante de todos porque está dirigido a atacar las pérdidas técnicas que es el problema más grave que enfrenta la Enee.
Comentó que con el fideicomiso de transmisión por ahora no existe ningún problema porque para el 15 de octubre próximo, salvo que pidan una prórroga, se hará la apertura de los sobres de la licitación internacional.
De igual manera a finales de octubre o principios de noviembre se estará realizando el mismo procedimiento para el proyecto de alumbrado público, adjudicado a otro de los bancos.
“El problema es que de acuerdo al cronograma de los fideicomisos, que inició allá por septiembre del 2013, ya para estas alturas se tenía que tener listo el inversionista en la parte de distribución, pero a estas alturas todavía no se tiene.
El Presidente les ha dado un ultimátum que es para los próximos tres meses del año, de modo que para ese tiempo ya deben estar funcionando los tres fideicomisos”, indicó.
Sobre las repercusiones que tendría para el Estado, el funcionario explicó que en caso que fracasara el proceso, la única consecuencia para la Enee sería pagar la deuda de más de 215 millones de dólares que le prestaron los bancos fiduciarios para honrar la millonaria mora con las generadoras térmicas.