Si te diagnosticaran una enfermedad terminal y tuvieras la oportunidad de elegir el día que quisieras morir para evitar una lenta agonía, para estar rodeado de tus familiares queridos, para disfrutar lo que te quede de vida... ¿qué harías?
Britanny Maynard ha decidido terminar su vida el 1 de noviembre. La mujer de 29 años, quien descubrió que tenía un incurable tumor cerebral a inicios de 2014, morirá en su cuarto en Oregón, Estados Unidos, rodeada de su esposo, su madre, su padrastro y sus amistades.
La fecha elegida no es fortuita, ocurre poco después del cumpleaños de su esposo, Dan Diaz, el 24 de octubre, con quien quiere pasar la fecha en felicidad
Maynard sufre de un glioblastoma en fase IV, el tumor más común y mortífero de los que afectan el sistema nervioso. Después de consultar con médicos en todo el país y escuchar sus prospectos, decidió terminar su vida con dignidad.
Sin embargo, los médicos le dijeron que viviría 10 años, pero a pesar del proceso quirúrgico, su pronóstico tomó dramático giro meses después: el cáncer progresó hacia glioblastoma multiforme (GBM) de nivel 4, la forma más mortífera de cáncer.
Entonces los doctores le dieron la terrible noticia: tenía máximo 14 meses de vida y sería muerte lenta y dolorosa mientras el tumor avanzaba, le ocasionó dolores de cabeza, nausea, vómito, debilidad y desmayos.
Ella espera dejar este mundo el 1 de noviembre, al lado de su familia, con su música favorita de fondo.
Solo cinco estados de EUA aceptan que médicos colaboren con enfermos terminales para terminar su vida a su manera. Se trata de Oregon, Montana, Nuevo México, Vermont y Washington. Mientras tanto, proyectos de ley similares han sido presentados en otros siete estados.