Lo curioso de este lugar es que el lago en invierno apenas tiene profundidad (de unos dos metros), pero en verano, puede subir su nivel hasta los 12 metros inundando el entorno, y dejando bajo el agua algunas pasarelas de madera y bancos que se convierten en la escenografía de una jornada de buceo.
En el lago se puede observar una variada fauna de agua dulce, pequeños cangrejos, truchas o caracoles. Y fuera del lago, se puede contemplar un fantástico entorno de montañas de piedra caliza.
De agosto a abril es un parque con senderos, bancos, áreas verdes y puentes sobre los arroyos. En la primavera el nivel del agua en el lago sube con fuerza debido a la fusión de la nieve y los glaciares en las montañas, por lo que las inundaciones del agua del deshielo suceden todos los años y esta pintoresca zona se convierte en un lago de unos 4 o 5 metros de profundidad.