San Pedro Sula, Honduras.
Con la implementación de sistemas efectivos de cobro, reducción del personal supernumerario y tarifas reales por consumo eléctrico, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) podría recuperarse de la bancarrota y salvarse de la privatización en dos años, aseguran expertos en materia energética.
Con el llamado de atención que los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) hicieron la semana pasada sobre las crisis que vive la estatal, la misión primordial de la administración central es evitar que la empresa sucumba.
Se ha elaborado un plan de rescate con el cual se proyecta reducir al menos en un 15% las pérdidas y volver autosostenible la empresa.
Salomón Ordóñez, gerente general de Electricidad de Cortés, S.A. (Elcosa), asevera que con una correcta administración es posible sanear en poco tiempo las finanzas de la Enee.
“La medida de contratar una compañía que se dedicará exclusivamente a reducir las pérdidas comerciales, uno de los problemas más graves de la empresa, y sustituir la producción térmica por energía renovable. Son esfuerzos que incidirán positivamente en la recuperación de la estatal”, detalla Ordónez.
El empresario proyecta que en los próximos cuatro años habrá una inversión de alrededor de los $1,000 millones en nuevas fuentes de energía renovable, entre proyectos públicos y privados.
El aumento a las tarifas eléctricas es otro elemento necesario para aliviar crisis financiera, medida desagradable para los abonados, pero necesaria, advierte Ordóñez.
Ricardo Bermúdez, exgerente regional de la Enee en San Pedro Sula, dice que una de las claves es dejar de comprar energía térmica a precios tan elevados y sugiere revisar nuevamente los contratos.
Roberto Ordóñez, gerente general interino de la Enee, plantea un plan de recuperación que comprende cuatro ejes fundamentales: la reducción, la implementación de la nueva Ley General de la Industria Eléctrica, la reorganización institucional y la reducción de los costos de energía eléctrica.
El balance financiero de la estatal reporta pérdidas por anomalías en los cobros y el robo de energía, que ascienden a los $225 millones por año, lo que significa un 32% de la generación total de energía.
Los expertos dicen que es urgente implementar un sistema de medición y cobro inteligente que permita hacer la lectura y el pago de la facturación simultáneamente desde una agencia bancaria.
Presupuesto en alza
En los últimos cuatro años, el presupuesto de la Enee se elevó L9,503 millones, pasando de 18,516 millones en 2010 a 28,020 millones en 2014.
La mayor carga presupuestaria es representada por la compra de energía eléctrica para revenderla, con L21,584 millones, un 77% del presupuesto total de la Enee; siguen las construcciones y mejoras de bienes en dominio público, que suman gastos más de L2,178 millones.
Solo en sueldos y salarios, la Enee erogará este año L1,620 millones para el pago de empleados permanentes y 606 millones al personal temporario.
Unos L167 millones adicionales serán destinados al pago de horas extras. En los últimos cuatro años, este gasto se incrementó en 64 millones.
Miembros del junta central del Sindicato de Trabajadores de la Enee (Stenee) calculan que al reducir de la nómina a más de 700 empleados que no tienen asignaciones definidas se podrían ahorrar unos L20 millones al año.
“La depuración de personal en la Enee debe hacerse rápidamente porque hay falta de sincentivo laboral en aquellos que de verdad trabajan.
Hay personas que ganan sueldos de más de L80 mil mensuales y solo llegan a marcar la entrada y la salida. Si se hacen todos los correctivos, en dos años la Enee se recuperaría”, manifestaron miembros del Stenee.
Con la implementación de sistemas efectivos de cobro, reducción del personal supernumerario y tarifas reales por consumo eléctrico, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) podría recuperarse de la bancarrota y salvarse de la privatización en dos años, aseguran expertos en materia energética.
Con el llamado de atención que los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) hicieron la semana pasada sobre las crisis que vive la estatal, la misión primordial de la administración central es evitar que la empresa sucumba.
Se ha elaborado un plan de rescate con el cual se proyecta reducir al menos en un 15% las pérdidas y volver autosostenible la empresa.
Salomón Ordóñez, gerente general de Electricidad de Cortés, S.A. (Elcosa), asevera que con una correcta administración es posible sanear en poco tiempo las finanzas de la Enee.
“La medida de contratar una compañía que se dedicará exclusivamente a reducir las pérdidas comerciales, uno de los problemas más graves de la empresa, y sustituir la producción térmica por energía renovable. Son esfuerzos que incidirán positivamente en la recuperación de la estatal”, detalla Ordónez.
El empresario proyecta que en los próximos cuatro años habrá una inversión de alrededor de los $1,000 millones en nuevas fuentes de energía renovable, entre proyectos públicos y privados.
El aumento a las tarifas eléctricas es otro elemento necesario para aliviar crisis financiera, medida desagradable para los abonados, pero necesaria, advierte Ordóñez.
Ricardo Bermúdez, exgerente regional de la Enee en San Pedro Sula, dice que una de las claves es dejar de comprar energía térmica a precios tan elevados y sugiere revisar nuevamente los contratos.
Roberto Ordóñez, gerente general interino de la Enee, plantea un plan de recuperación que comprende cuatro ejes fundamentales: la reducción, la implementación de la nueva Ley General de la Industria Eléctrica, la reorganización institucional y la reducción de los costos de energía eléctrica.
El balance financiero de la estatal reporta pérdidas por anomalías en los cobros y el robo de energía, que ascienden a los $225 millones por año, lo que significa un 32% de la generación total de energía.
Los expertos dicen que es urgente implementar un sistema de medición y cobro inteligente que permita hacer la lectura y el pago de la facturación simultáneamente desde una agencia bancaria.
Presupuesto en alza
En los últimos cuatro años, el presupuesto de la Enee se elevó L9,503 millones, pasando de 18,516 millones en 2010 a 28,020 millones en 2014.
La mayor carga presupuestaria es representada por la compra de energía eléctrica para revenderla, con L21,584 millones, un 77% del presupuesto total de la Enee; siguen las construcciones y mejoras de bienes en dominio público, que suman gastos más de L2,178 millones.
Solo en sueldos y salarios, la Enee erogará este año L1,620 millones para el pago de empleados permanentes y 606 millones al personal temporario.
Unos L167 millones adicionales serán destinados al pago de horas extras. En los últimos cuatro años, este gasto se incrementó en 64 millones.
Miembros del junta central del Sindicato de Trabajadores de la Enee (Stenee) calculan que al reducir de la nómina a más de 700 empleados que no tienen asignaciones definidas se podrían ahorrar unos L20 millones al año.
“La depuración de personal en la Enee debe hacerse rápidamente porque hay falta de sincentivo laboral en aquellos que de verdad trabajan.
Hay personas que ganan sueldos de más de L80 mil mensuales y solo llegan a marcar la entrada y la salida. Si se hacen todos los correctivos, en dos años la Enee se recuperaría”, manifestaron miembros del Stenee.