Ciudad de México.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, condenó el despliegue en la frontera de Texas con México de un millar de elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos, originado por la oleada de menores indocumentados este año.
'No sólo es desagradable, sino yo creo que es condenable', dijo Peña Nieto en entrevista con el diario El Universal al ser cuestionado sobre la política migratoria del gobernador de Texas, Rick Perry, endurecida a mediados de agosto pasado.
'Me parece que es una política completamente desaceptada, que no se inscribe en el espíritu de cordialidad y de buena amistad entre dos países', dijo el presidente al referirse por primera vez sobre el tema, que ha sido condenado por la cancillería mexicana en varias ocasiones.
Destaca amabilidad de California
'Hay que dejar en claro que ésta es una política aislada de un estado', subrayó. Las políticas migratorias de California, la octava potencia económica mundial y donde viven más de 11 millones de personas de origen mexicano, 'son bastante más amigables', comparó el mandatario.
Entre octubre de 2013 y julio de este año, unos 57.000 niños indocumentados ingresaron a Estados Unidos sin la compañía de un adulto, desbordando al gobierno de ese país al grado de que tuvo que albergar a los menores en bases militares.
En respuesta a ese fenómeno, alentado aparentemente por traficantes de personas con engaños sobre supuestos beneficios de la reforma migratoria que está estancada en el Congreso estadounidense, el gobierno de Texas desplegó 1.000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera con México.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, condenó el despliegue en la frontera de Texas con México de un millar de elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos, originado por la oleada de menores indocumentados este año.
'No sólo es desagradable, sino yo creo que es condenable', dijo Peña Nieto en entrevista con el diario El Universal al ser cuestionado sobre la política migratoria del gobernador de Texas, Rick Perry, endurecida a mediados de agosto pasado.
'Me parece que es una política completamente desaceptada, que no se inscribe en el espíritu de cordialidad y de buena amistad entre dos países', dijo el presidente al referirse por primera vez sobre el tema, que ha sido condenado por la cancillería mexicana en varias ocasiones.
Destaca amabilidad de California
'Hay que dejar en claro que ésta es una política aislada de un estado', subrayó. Las políticas migratorias de California, la octava potencia económica mundial y donde viven más de 11 millones de personas de origen mexicano, 'son bastante más amigables', comparó el mandatario.
Entre octubre de 2013 y julio de este año, unos 57.000 niños indocumentados ingresaron a Estados Unidos sin la compañía de un adulto, desbordando al gobierno de ese país al grado de que tuvo que albergar a los menores en bases militares.
En respuesta a ese fenómeno, alentado aparentemente por traficantes de personas con engaños sobre supuestos beneficios de la reforma migratoria que está estancada en el Congreso estadounidense, el gobierno de Texas desplegó 1.000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera con México.