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Mario Zelaya, vecino en prisión de un peligroso extorsionador

  • 09 septiembre 2014 /

El exdirector del IHSS comerá lo mismo que los soldados y no podrá tener celular ni electrodomésticos dentro de su celda.

Tegucigalpa, Honduras.

En una caravana de tres lujosas camionetas y dos patrullas con 10 elementos de la Policía Militar fue trasladado ayer Mario Zelaya de los Juzgados de lo Penal al centro de detención preventiva del Primer Batallón de Infantería, en la aldea de Mateo, Francisco Morazán.

El exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social, Mario Zelaya, pasó ayer su primera noche detenido después de ser capturado en la madrugada por la Policía Militar.

El exfuncionario se encontraba prófugo desde el 31 de enero de 2014 y ayer fue encontrado pasada la 1:30 am en Cifuentes, jurisdicción de Las Trojes, El Paraíso, después de una intensa labor de las autoridades.

En el momento de la detención, el exprófugo de la justicia lucía una vestimenta normal. “No andaba ningún artilugio que hiciera pensar que quería ocultar su identidad”, dijeron las autoridades del Ministerio Público.

Una vez que fue sometido por los militares, se le leyeron sus derechos como detenido y fue trasladado al Primer Batallón de la Policía Militar.

A eso de las 9:00 am, Zelaya fue presentado en los tribunales de justicia a dos audiencias con diferentes jueces; ambos le dictaron detención judicial y ordenaron su traslado al batallón, fijando audiencia inicial para el viernes y domingo 14 de septiembre.

No solo los jueces, fiscales, imputado y defensor estuvieron presentes en ambas audiencias.

Participaron además un representante del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y otro de Amnistía Internacional como observadores.

Zelaya deberá comparecer mañana a una tercera audiencia de declaración de imputado por otra acusación que le interpuso el Ministerio Público.

A las 12:00 del mediodía, los cinco automóviles salieron del sótano de los Juzgados y trasladaron al detenido a su nuevo hogar.

Usando las sirenas policiales, la caravana se abrió paso para evitar inconvenientes en el traslado del exfuncionario.

Eran las 12:10 del mediodía cuando la caravana de carros ingresó al batallón, dejando a su paso una gran polvareda que sofocó a los reporteros de los medios de comunicación.

Zelaya, acusado por el Ministerio Público de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de los funcionarios, malversación de caudales públicos, fraude y complicidad en malversación de caudales públicos, entre otros delitos, es el recluso que llegó a ocupar la última celda disponible en la instalación militar.

Acusados en la misma causa y recluidos en el mismo batallón están Carlos Montes y Javier Pastor, exviceministros de Trabajo y Salud.

Ambos guardan prisión. Según la Unidad de Reacción Fiscal del MP, los tres habrían recibido coimas por alrededor de 1.4 millones de dólares (unos 29 millones de lempiras al cambio local), a cambio de agilizar pagos a una empresa.

Se conoció que Mario Zelaya estará a la par de un presunto cabecilla de una banda de extorsionadores que el fin de semana fue trasladado desde Choluteca, donde seguía ordenando acciones delictivas.

Al llegar al módulo de detención, Zelaya, esposado de pies y manos, fue bajado de una de las camionetas y dirigido a la celda, pero antes tuvo la oportunidad de observar a los otros acusados por el robo de los fondos del IHSS.

“Él (Zelaya) pasó frente a ellos con la cabeza abajo, no los miró de frente y ninguno de ellos le habló”, reveló una fuente.

Los militares dirigieron a Zelaya hasta la última celda del módulo, le abrieron el portón de barrotes y le pidieron que extendiera los brazos para retirarle las chachas y después que se sentara para quitarle los grilletes de los pies.

Al terminar el proceso, los militares se retiraron y colocaron el enorme candado en el portón, que se abrirá mañana, cuando Zelaya reciba sus primeras visitas, las cuales serán autorizadas por el juez que conoce la causa.

Medidas extremas

Fuentes de entero crédito revelaron que Mario Zelaya se encontrará bajo extremas medidas de seguridad, “quizás un poco más que los demás presos”.

Según la fuente, el exdirector del Seguro Social corre un grave peligro, ya que es señalado como el principal responsable del descalabro financiero en que se encuentra la institución, que no cuenta con suficiente dinero ni para comprar medicamentos.

Al exfuncionario le explicaron que no podrá tener aparatos electrodomésticos ni teléfono celular y que las visitas tienen un horario establecido; además deberá comer la misma comida que ingieren los soldados.

Por razones de seguridad se ha prohibido que los familiares y amigos le lleven cualquier tipo de alimento.

Reacciones

Después de que Zelaya fuera capturado, antes de las 7:00 am, el presidente Juan Orlando Hernández dijo: “Esta captura es una demostración contundente del funcionamiento diligente y efectivo de las instituciones de seguridad y defensa del Estado”.

Hernández agregó que corresponde al Poder Judicial “hacer lo propio” en virtud de la captura de Zelaya.

Ludim Ayala, representante en Honduras de Amnistía Internacional, valoró que hasta la fecha se está respetando el debido proceso.

Ambos organismos participarán en las siguientes audiencias, como observadores, para garantizar transparencia.

Ayala espera que los jueces dicten resoluciones apegadas a derecho. Amnistía Internacional se mostró complacida por las acciones del Ministerio Público y el Poder Judicial, marcadas por la objetividad.

Espera que haya precedentes en este escándalo de corrupción y en otros casos en que se vulnere a la sociedad hondureña.