Tegucigalpa, Honduras
El apoderado legal de la modelo hondureña, Ilsa Vanessa Molina, Héctor Durán, salió a la defensa de su cliente ante los medios de comunicación asegurando que ella es inocente y que más bien el IHSS le debe tres millones de lempiras a la empresa Indumedi que manejaba Molina.
'Hasta el momento la modelo no tienen ninguna acusación, ni ningún requerimiento fiscal', dijo el representante legal, luego de salir de la sede de la Policía de Fronteras donde la modelo brindó su declaración.
'Hay que aclarar que nos es una simple palillona, ella es una licenciada en Turismo con una maestría en Marketing de una universidad de Barcelona, España', expresó.
El abogado agregó que la compañía que manejaba Molina no es una empresa fantasma como lo han hecho ver las investigaciones del Ministerio Público. 'Nosotros nos limitamos a presentar todos los medios de prueba para desvanecer la investigación'.
Insumedic 'no es ninguna empresa maletín como se ha querido hacer ver' y que 'todos estos insumos fueron entregados al Seguro Social', según Durán.
El representante aseguró que Molina no era la propietaria de la empresa, sino que tenía un poder especial para representarla.
Según Durán, el Ministerio Público le pidió disculpas a Molina por la trascendencia que ha tomado el caso. Molina salió de la sede de la Policía de Fronteras fuertemente custodiada, después de declarar por más de cuatro horas en calidad de testigo, acompañada de su madre y su recién nacida.
Agregó: 'Otra cosa que se ha manejado mal, no tiene cuatro años la hija de mi representada, tiene cuatro meses'.
'Con José tienen una relación lógicamente, creo que esa pregunta sería la propia Ilsa Vanessa que la debeb contestar. Yo nada más me limito a contestar la parte legal y cuáles han sido las actuaciones hasta el día de hoy', aclaró el representante legal al preguntársele cuál era la relación de Molina con José Zelaya.
La empresa 'dejó de funcionar algún tiempo, ya que mi representada estaba fuera del país', aunque minutos después afirmó que la misma quebró porque quedó descapitalizada, en vista de que el IHSS le adeuda aún tres millones de lempiras.
Según los expedientes del Ministerio Público, Molina fue gerente de la compañía Insumedic a la que el Seguro Social le pagó 9.2 millones de lempiras por contratos de suministros de productos médicos que nunca llegaron a la institución.
