Naco, Cortés.
Arnaldo Urbina Soto presentó ayer sus medios de prueba ante un juez de jurisdicción nacional en la audiencia inicial que se celebró ayer en el Tercer Batallón de Infantería en Naco, Cortés, adonde el alcalde enfrenta acusaciones por lavado de activos y tenencia ilegal de armas prohibidas.
Sin embargo, hasta ayer a las 10:00 pm no se había dado a conocer la decisión tras la audiencia inicial del alcalde y las otras personas investigadas.
Junto con el alcalde también son acusados sus hermanos Miguel Ángel y Mario Roberto Urbina Soto. Además, los esposos Héctor Orlando Burgos Puentes y Fátima Xiomara Ramírez Puentes, así como Josué Jamil Burgos Vargas, César Antonio Díaz Rodas y el mexicano Santiago Meraz (50), originario de San Luis, Potosí. Ellos también presentaron sus medios de prueba ante el juez.
El alcalde de Yoro fue detenido el lunes pasado y señalado por las autoridades hondureñas de “dirigir una banda de narcotraficantes integrada por más de 37 personas”, se informó en un comunicado la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico el pasado fin de semana. Luego de ser detenido fue trasladado a la base militar en Naco, después que un juez de jurisdicción nacional le dictara detención judicial.
Urbina Soto ya había adelantado en qué se basarían sus medios de prueba para demostrar -según él- que sus bienes son legales. “Se demostrará que no hay fundamento en las acusaciones, todo es producto de una herencia familiar”, afirmó. Por este caso, las autoridades aseguraron cinco tractores, una moto acuática, 19 carros de lujo, tres motocicletas, 28 cuatrimotos, un caballo pony, ocho guaras, dos toros, un caballo, 112 vacas, 82 terneros, 210 gallos de pelea y cuatro pavos. Según las autoridades, la investigación para arrestar a la que ellos denominan la banda de los “Urbina Soto” duró dos años.
Muchedumbre
Desde las 7:00 am de ayer, unas mil personas se hicieron presentes en la base militar -adonde se desarrolló la audiencia inicial- y exigieron que dejaran libre a Urbina Soto.
Los simpatizantes de Urbina Soto llegaron en 20 buses y en autos particulares desde varios municipios del departamento de Yoro, entre ellos de Yoro, Victoria, Arenal, El Progreso, Morazán, Sulaco, entre otros.
“¡Moreno, Moreno!”, gritaban en la entrada del Tercer Batallón de Infantería de Naco, ya que así es como llaman los pobladores comúnmente a Urbina Soto.
Debido a la numerosa presencia de manifestantes se incrementó la seguridad en la base militar, especialmente en la entrada y posibles puntos de acceso, adonde se ubicó a varios soldados y a elementos de la Policía Militar, quienes velaron por que nadie tratara de ingresar y que además se mantuviera el orden.
Durante el día, a los manifestantes se les dio agua y también se les suministró comida.
Cada vez que un auto salía de la base militar, los simpatizantes de Urbina se emocionaban y gritaban con fuerza creyendo que él venía en el carro, pero una y otra vez, todo quedaba en falsas esperanzas. Sin embargo, las horas pasaban y desde el interior de la base militar no había noticias sobre la audiencia inicial al alcalde yoreño. A las 10:30 am, la temperatura subió hasta los 34 grados, pero debido a las condiciones climáticas daba una sensación a las personas de estar a 37. Esto terminó por acabar con las fuerzas de los protestantes, quienes poco a poco se fueron separando y buscando las escasas sombras en el lugar para poder tolerar el calor.
Luego, la multitud de manifestantes dejó totalmente de lado las consignas y se dedicaron solo a esperar noticias sobre la audiencia inicial. A las 2:13 pm, los militares llamaron a algunos de los familiares de Urbina Soto que estaban afuera del batallón para que le llevaran comida a su pariente.
Luego de esto, la espera se hizo eterna debido al fuerte calor, y desde adentro de la base militar trascendía información de que no habría un resultado temprano, y así fue.
Un momento de confusión se dio a las 4:11 pm cuando salieron en carro familiares de Urbina Soto y la gente creyó que ya el alcalde había salido libre; pero no era así, ya que se malinterpretó que a esa hora lo que realmente pasó es que el acusado terminó de presentar sus medios de prueba, pero no había decisión alguna aún, pues faltaban otras personas más que debían pasar por el mismo proceso.
“Lo absolvieron de todo, de todo”, decían erróneamente algunas personas o lo anunciaban por teléfono.
Debido a la confusión, la mayoría de manifestantes literalmente corrieron a los buses y sus vehículos para irse de regreso a sus municipios con la equivocada creencia de que el alcalde de Yoro había quedado libre y absuelto de todo cargo. Sin embargo, a los pocos que se quedaron se les aclaró que la audiencia inicial continuaba.
Urbina Soto contó también con el respaldo de algunos alcaldes de municipios del departamento de Yoro que también se hicieron presentes en la base militar. Uno de ellos fue Sandro Martínez, del municipio de Victoria, quien aseguró que confía en su homólogo de Yoro.
“Estamos para apoyar a nuestro compañero Arnaldo Urbina. Confiamos en Dios para que él salga libre y esperamos que así sea. Confío en él porque aparte de la amistad sabemos que es un hombre muy sano y tenemos claro que no es nada de lo que lo acusan”, dijo Martínez.