El estado de Texas ha recibido la avalancha de niños migrantes que desde octubre pasado han llegado solos de forma clandestina a Estados Unidos, para dejar atrás la violencia y la pobreza de sus países
Ante esta situación, el gobernador de Texas, Rick Perry, anunció ayer que el mes próximo desplegará mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México con el objetivo de controlar la llegada de migrantes desde Centroamérica, que se desbordó este mes.
Ver especial: Niños migrantes de Honduras
En una conferencia de prensa en Austin, Perry justificó su decisión por las consecuencias que está teniendo la llegada de los menores, como el hecho de que las bandas criminales aprovechan que la Patrulla Fronteriza está concentrada en atender a los niños para sus actividades de tráfico de personas y de drogas.
“No voy a quedarme de brazos cruzados. El precio de la inacción es demasiado alto”, dijo Perry.
Operación Fuerte Seguridad
Como gobernador, Perry es el comandante en jefe de las fuerzas militares de Texas y puede disponer de ellas, a menos que ya hayan sido movilizadas a petición del Gobierno Federal.
Perry -que ha denominado su medida como “Operación Fuerte Seguridad”- ha solicitado también a Obama y al Congreso que contraten a otros tres mil agentes para la Patrulla Fronteriza en Texas que puedan reemplazar de manera temporal a las fuerzas actuales.
Reunión
El presidente Barack Obama, convocó para este viernes a los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina, de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, para conversar sobre la llegada masiva de niños centroamericanos a la frontera sur.
Entretanto, el presidente de la organización Hondureños Unidos de Los Ángeles (Hula), Leoncio Velásquez, dijo que los menores emigran por “la descomposición social” en Centroamérica y “las autoridades aquí los tratan como animales”.
“Igual como se les ayudó a otras comunidades con crisis humanitarias, como los huérfanos de Europa de la Segunda Guerra Mundial, lo justo sería que EUA ayude a estos niños centroamericanos que están llegando por el terror a morir”, apuntó.