Una menor de nacionalidad hondureña que ingresó ilegalmente a los Estados Unidos solicitó al presidente Barack Obama, que la ayude para que no sea deportada a su país.
Además, la menor hizo un llamado a las madres hondureñas que “por favor” que no permitan que sus hijos viajen al país del norte porque el trayecto es una “pesadía”. publica la Voz de América.
'Yo espero que el Gobierno de Honduras pueda hacer algo y parar esto' dijo la adolescente entre lágrimas. La hondureña dice que muchas personas viajan ilegalmente hacia Estados Unidos por un futuro mejor y si los regresan es 'algo fatal' ya que sufren mucho en el camino.
La pequeña relata que el viaje para llegar hacia los Estados Unidos es como una pesadilla. En un mensaje a las madres señaló 'No traigan a sus hijos a sufrir o morir en el trayecto'.
'Le pido que me ayude (presidente de Estados Unidos, Barack Obama) porque lo que yo pasé es algo terrible y regresar a mi país (Honduras) sería una tragedia, sería mi muerte'.
EUA enfrenta problemas por niños
La avalancha de niños llegados solos desde Centroamérica en el último mes ha desbordado la capacidad de atención de la Guardia Fronteriza de Estados Unidos y ha abocado al país a una de sus peores crisis humanitarias de las últimas décadas, según expertos.
Más de 52.000 menores han sido detenidos desde octubre pasado al cruzar la frontera con México, con la convicción de que lograr poner los pies en suelo estadounidense les permitiría obtener un permiso para quedarse en el país.
A pesar de los esfuerzos del presidente Barack Obama por disuadir de esta idea, advirtiendo que la última etapa de este peligroso viaje sería la deportación, cientos de niños siguen llegando a diario a los estados del suroeste del país.
En Texas y Arizona, epicentro de la crisis, los centros de detención y bases militares están saturados, explicó a la AFP una fuente anónima de la Guardia Fronteriza, y los menores permanecen hacinados a la espera de que las autoridades abran el proceso para devolverlos a su país.
La Cruz Roja estadounidense confirmó a la AFP que ha tenido que proporcionar a los responsables de las dependencias gubernamentales mantas y kits de higiene personal para los detenidos, que llegan exhaustos, hambrientos y sucios tras recorrer miles de kilómetros y sortear decenas de peligros.
La organización Hermandad Mexicana, que defiende los derechos de los migrantes desde su base en California (oeste), considera que Washington pudo evitar esta situación dado 'el patrón del flujo de niños llegados solos al país de los últimos años'.
El Departamento de Seguridad Interna 'sabía de antemano que esto iba a pasar, se podría haber anticipado a tener suficientes camas, espacio, albergues' para atender a los migrantes, dijo a la AFP Nativo López, consejero de Hermandad Mexicana.