El Corpus, Choluteca, Honduras.
Son jóvenes, la mayoría jefes de familia con esposa e hijos y muchos sueños de un mejor futuro.
Trabajan en la mina de San Juan de Arriba, El Corpus, Choluteca, porque era la única fuente de trabajo a la que podían aspirar en la zona sur de Honduras.
Los 11 mineros, Edwin Geovany Martínez, Brayan Escalante, Óscar Javier Fúnez Gúnera, Nehemías Méndez, Santos Felipe López, Bayron Maradiaga, Olvin Anduray, Arony Zepeda, Florentino Anduray, Brayan Escalante y Wilmer Ramírez, quedaron atrapados la tarde del miércoles cuando laboraban.
A más de 48 horas de estar bajo la tierra, los familiares han convertido los alrededores de la mina en un centro de oración.
La plegaria es la misma: “Dios, permite que regresen con vida”. Esposas, madres, hijos, otros parientes y amigos han permanecido junto a los cuerpos de socorro para continuar las labores de rescate. Otros, presas de los nervios, piensan lo peor. No han podido llegar a la zona, pero mantienen la esperanza de recibir en casa a sus seres queridos.
Los mineros
Olvin Anduray (20): Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca. Su hermana Mayra Hernández relató que él trabaja en la mina desde hace dos meses y lo hizo para suplir sus necesidades y ayudar a su familia. A pesar de exponer la vida, Olvin trabaja allí porque es la única fuente de ingresos que tienen, ya que no encontró otro tipo de trabajo.
Santos Emilio Núñez (42): Originario y residente en Piscagüa. Santos es padre de cuatro menores con edades de tres meses, 9, 13 y 15 años. Su esposa Aleyda Maradiaga dijo que a diario él expone la vida al trabajar en la mina para darles a sus hijos todo lo necesario. Con sus niños en brazos relató que su esposo caminaba hora y media para llegar a su trabajo y que no podía faltar porque era el jefe de los mineros.
Wilmer Ramírez (22): Originario y residente de la comunidad de Piscagüa. Su tío Narciso Ramírez dijo que el joven trabaja en la mina desde hace 9 meses. Con su sueldo diario de 250 a 300 lempiras compra sus cosas y ayuda a su madre y hermanas. Su hermana Hermelinda dijo que tiene la esperanza en Dios de que su hermano saldrá sano y salvo y esto será un mal recuerdo.
Arony Zepeda (23): Originario y residente en la comunidad de El Zapotal, tiene nueve meses de trabajar en la mina. Su madre Martha Gómez contó que su hijo es padre de un bebé de 11 meses. Con su salario de minero sostiene a su esposa e hijo y además le ayuda a ella. Lo describió como un hijo ejemplar y le está pidiendo a Dios que se lo regrese con vida.
Florentino Anduray (25): Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca. Es hermano de Olvin y como él trabaja en la mina desde hace dos. Florentino es padre de dos niños de 3 y 7 años, por quienes labora arriesgando la vida, dijo su hermana Mayra Hernández. La esposa de Florentino no llegó al lugar porque se tuvo que quedar cuidando a sus dos hijos.
Edwin G. Martínez (17): Originario y residente de la comunidad de El Zapotal. Su madre María Martínez dijo que su hijo menor trabaja en la mina desde hace nueve meses y que estaba ahorrando para seguir estudiando porque anhela convertirse en profesional universitario. La mujer lamentó que su hijo trabajara en esa mina pese a los riesgos porque no pudo encontrar otro trabajo.
Brayan Escalante (18): Originario y residente en la comunidad de El Zapotal. Este joven es padre de una bebé de 10 meses, según su madre Josefina Maradiaga. Añadió que su hijo se exponía trabajando en la mina para darle lo mejor a su pequeña hija, a quien no le faltan la leche, la ropa y las medicinas cuando se enferma. Su esposa Nolvia Ochoa no pudo trasladarse a la mina porque sufre una crisis de nervios.
Óscar Javier Fúnez Gúnera (18): Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María, Choluteca. Su padre Óscar Fúnez dijo que su hijo trabaja en la mina desde hace dos meses y con su sueldo se costea los artículos personales. Es soltero y vive con su madre, a quien también ayuda. Fue el único trabajo que encontró debido a que solo cursó la educación primaria. El padre expresó que él se encontraba en El Salvador cuando recibió la triste noticia.
Nehemías Méndez (25): Originario y residente en la comunidad de Joyada, Concepción de María. Es padre de dos hijos de 3 y 6 años y hace dos meses trabaja en la mina. Matilde Méndez, madre de Nehemías, dijo que su nuera no pudo ir a la mina porque al recibir la noticia de que su esposo había quedado soterrado sufrió una crisis nerviosa. Relató que como pareja se llevan muy bien, ya que él es un hombre cariñoso y responsable.
Santos Felipe López (40): Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María. Su hijo Josué López, de 16 años, dijo que su padre trabaja en la mina desde hace un año. Con su sueldo mantiene a su esposa y ocho hijos con edades de entre uno y 16 años. Dijo que gracias al esfuerzo de su padre estudia el noveno grado. Para llegar a la mina, Santos camina dos horas con 20 minutos. Su jornada comienza a las 4:00 am.
Bayron Maradiaga (19): Originario y residente en la comunidad de Agua Fría, El Corpus. Desde hace dos meses trabaja en la mina. Su madre María Maradiaga dijo que su hijo arriesgaba la vida trabajando allí para comprar las cosas que la pobreza en que vive no le permitía obtener. La acongojada mujer relató que todos los días se lo encomienda a Dios porque conoce el peligro que corre y ahora clama por que lo rescaten con vida.
Son jóvenes, la mayoría jefes de familia con esposa e hijos y muchos sueños de un mejor futuro.
Trabajan en la mina de San Juan de Arriba, El Corpus, Choluteca, porque era la única fuente de trabajo a la que podían aspirar en la zona sur de Honduras.
Los 11 mineros, Edwin Geovany Martínez, Brayan Escalante, Óscar Javier Fúnez Gúnera, Nehemías Méndez, Santos Felipe López, Bayron Maradiaga, Olvin Anduray, Arony Zepeda, Florentino Anduray, Brayan Escalante y Wilmer Ramírez, quedaron atrapados la tarde del miércoles cuando laboraban.
A más de 48 horas de estar bajo la tierra, los familiares han convertido los alrededores de la mina en un centro de oración.
La plegaria es la misma: “Dios, permite que regresen con vida”. Esposas, madres, hijos, otros parientes y amigos han permanecido junto a los cuerpos de socorro para continuar las labores de rescate. Otros, presas de los nervios, piensan lo peor. No han podido llegar a la zona, pero mantienen la esperanza de recibir en casa a sus seres queridos.
Los mineros
Olvin Anduray (20): Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca. Su hermana Mayra Hernández relató que él trabaja en la mina desde hace dos meses y lo hizo para suplir sus necesidades y ayudar a su familia. A pesar de exponer la vida, Olvin trabaja allí porque es la única fuente de ingresos que tienen, ya que no encontró otro tipo de trabajo.
Santos Emilio Núñez (42): Originario y residente en Piscagüa. Santos es padre de cuatro menores con edades de tres meses, 9, 13 y 15 años. Su esposa Aleyda Maradiaga dijo que a diario él expone la vida al trabajar en la mina para darles a sus hijos todo lo necesario. Con sus niños en brazos relató que su esposo caminaba hora y media para llegar a su trabajo y que no podía faltar porque era el jefe de los mineros.
Wilmer Ramírez (22): Originario y residente de la comunidad de Piscagüa. Su tío Narciso Ramírez dijo que el joven trabaja en la mina desde hace 9 meses. Con su sueldo diario de 250 a 300 lempiras compra sus cosas y ayuda a su madre y hermanas. Su hermana Hermelinda dijo que tiene la esperanza en Dios de que su hermano saldrá sano y salvo y esto será un mal recuerdo.
Arony Zepeda (23): Originario y residente en la comunidad de El Zapotal, tiene nueve meses de trabajar en la mina. Su madre Martha Gómez contó que su hijo es padre de un bebé de 11 meses. Con su salario de minero sostiene a su esposa e hijo y además le ayuda a ella. Lo describió como un hijo ejemplar y le está pidiendo a Dios que se lo regrese con vida.
Florentino Anduray (25): Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca. Es hermano de Olvin y como él trabaja en la mina desde hace dos. Florentino es padre de dos niños de 3 y 7 años, por quienes labora arriesgando la vida, dijo su hermana Mayra Hernández. La esposa de Florentino no llegó al lugar porque se tuvo que quedar cuidando a sus dos hijos.
Edwin G. Martínez (17): Originario y residente de la comunidad de El Zapotal. Su madre María Martínez dijo que su hijo menor trabaja en la mina desde hace nueve meses y que estaba ahorrando para seguir estudiando porque anhela convertirse en profesional universitario. La mujer lamentó que su hijo trabajara en esa mina pese a los riesgos porque no pudo encontrar otro trabajo.
Brayan Escalante (18): Originario y residente en la comunidad de El Zapotal. Este joven es padre de una bebé de 10 meses, según su madre Josefina Maradiaga. Añadió que su hijo se exponía trabajando en la mina para darle lo mejor a su pequeña hija, a quien no le faltan la leche, la ropa y las medicinas cuando se enferma. Su esposa Nolvia Ochoa no pudo trasladarse a la mina porque sufre una crisis de nervios.
Óscar Javier Fúnez Gúnera (18): Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María, Choluteca. Su padre Óscar Fúnez dijo que su hijo trabaja en la mina desde hace dos meses y con su sueldo se costea los artículos personales. Es soltero y vive con su madre, a quien también ayuda. Fue el único trabajo que encontró debido a que solo cursó la educación primaria. El padre expresó que él se encontraba en El Salvador cuando recibió la triste noticia.
Nehemías Méndez (25): Originario y residente en la comunidad de Joyada, Concepción de María. Es padre de dos hijos de 3 y 6 años y hace dos meses trabaja en la mina. Matilde Méndez, madre de Nehemías, dijo que su nuera no pudo ir a la mina porque al recibir la noticia de que su esposo había quedado soterrado sufrió una crisis nerviosa. Relató que como pareja se llevan muy bien, ya que él es un hombre cariñoso y responsable.
Santos Felipe López (40): Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María. Su hijo Josué López, de 16 años, dijo que su padre trabaja en la mina desde hace un año. Con su sueldo mantiene a su esposa y ocho hijos con edades de entre uno y 16 años. Dijo que gracias al esfuerzo de su padre estudia el noveno grado. Para llegar a la mina, Santos camina dos horas con 20 minutos. Su jornada comienza a las 4:00 am.
Bayron Maradiaga (19): Originario y residente en la comunidad de Agua Fría, El Corpus. Desde hace dos meses trabaja en la mina. Su madre María Maradiaga dijo que su hijo arriesgaba la vida trabajando allí para comprar las cosas que la pobreza en que vive no le permitía obtener. La acongojada mujer relató que todos los días se lo encomienda a Dios porque conoce el peligro que corre y ahora clama por que lo rescaten con vida.