26/12/2024
07:30 AM

Cerca de L 9,000 millones debe Enee a generadores de energía

La deuda se disparó en 1,651 millones en el primer semestre de 2014 debido al aumento de la generación térmica en los últimos meses, aducen autoridades.

Tegucigalpa, Honduras.

La deuda que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) mantiene con las compañías de generación térmica y renovable se ensanchó en el primer semestre del presente año y se situó en cerca de 9,000 millones de lempiras, según revelan los estados financieros de esa institución de servicios públicos.

Al 30 de abril de 2014, la Enee acumulaba una morosidad con las empresas suplidoras de electricidad de alrededor de 8,699.2 millones de lempiras, es decir, 1,651 millones más que el mismo período del año anterior, de acuerdo a lo reflejado en su balance de situación financiera.

En abril de 2013, la estatal eléctrica reportaba una deuda global de 7,084 millones de lempiras; pero en los primeros cinco meses de 2014 el saldo experimentó un significativo aumento hasta alcanzar los 8,699.2 millones, es decir, un 18.5% más. Una fuente del sector energético confió a LA PRENSA que ese incremento obedece a que el Gobierno no ha podido honrar sus compromisos con varias de las compañías suplidoras de potencia desde el año anterior, de modo que los pagos se han venido acumulando.

Esta situación también tiene relación con los altos costos de generación de electricidad derivados de los constantes movimientos del petróleo en el mercado internacional por la crisis en Irak y el aumento de la demanda en los grandes consumidores mundiales.

Deuda externa e interna

Por otro lado, la Enee acumulaba hasta el 30 de abril de 2014 una deuda interna y externa de 11,322.8 millones de lempiras, que comparados con los 11,177.1 millones registrados en el mismo período de 2013, representó un aumento de 145.7 millones de lempiras.

La difícil situación financiera de la Enee y las posibles salidas fueron temas centrales de las pláticas sostenidas entre una misión del Gobierno de Honduras y personeros del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última visita Washington.

EL FMI exige al Gobierno de Honduras limitar aún más el impacto negativo del sector eléctrico en el presupuesto de la nación, la reducción de pérdidas por distribución y un ajuste gradual de las tarifas de energía eléctrica, lo que sería nocivo para la mayoría de la población que ya no soporta tanto impuesto. La semana anterior el Gobierno integró una mesa de diálogo con el sector obrero para tratar el proceso de reforma que se impulsa en el sector energético como parte de las exigencias del FMI.

Marlon Tábora, coordinador del gabinete económico, dijo que la última opción es el ajuste de las tarifas, ya que la problemática de la Enee se puede resolver mediante la focalización de los subsidios, la reducción de pérdidas y la renegociación de los costos de adquisición de energía.

Aumento de generación

Consultado por LA PRENSA, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) Roberto Ordóñez, justificó que el aumento de la deuda obedece a que en este momento las fuentes de energía renovable no representan un suministro firme y constante por los efectos climáticos existentes en el país y por eso la potencia de los operadores de energía térmica han aumentado en cerca de un 70% de la demanda.

“En algunos casos se maneja factores de operación de un 35% y 40% y en este momento hemos sobrepasado factores de operación de 70% de las plantas térmicas, eso obviamente ha contribuido a que haya una acumulación de pagos con las empresas térmicas y que en algunos casos anda por 4,000 y 5,000 millones de lempiras, dependiendo de cómo van los flujos de pago”, dijo.

Consultado sobre cómo pretende el Gobierno honrar esta millonaria mora, Ordóñez indicó que se está tomando las acciones para la reestructuración integral de la Enee en todas las áreas que tienen que ver con la planificación, los sistemas gerenciales y contables, que sumado a la nueva Ley de la Industria Eléctrica, contribuirán a diseñar un sistema de gestión del sector energético que garantice condiciones eficientes para la población.