Nueva York, Estados Unidos.
Últimamente, Silicon Valley parece la tierra de las valuaciones alocadas, o al menos desconcertantes.
Facebook compró WhatsApp, un servicio de mensajería con ingresos ínfimos y por lo menos media decena de competidores sofisticados, por US$19.000 millones.
Uber acaba de ser valorada en US$18.200 millones en una ronda de financiación de private equity. Incluso Beats Electronics, una empresa con un servicio de música en su infancia y audífonos tecnológicamente inferiores que pueden dejar de estar de moda en cualquier momento, fue valorada en US$3.200 millones por Apple.
Sin embargo, Google acaba de comprar por apenas US$500 millones una compañía que podría tener un mayor impacto en sus resultados financieros y en el mundo más que cualquier otra adquisición reciente del gigante de las búsquedas o de sus pares tecnológicos.
Por 1/38 del precio de WhatsApp, Google compró Skybox Imaging, una compañía que sitúa satélites en órbita a 300 kilómetros de la superficie de la Tierra transportándolos en la punta de los mismos misiles rusos que alguna vez amenazaron a Estados Unidos con la destrucción nuclear.
Y esto es lo que Skybox podría permitirle hacer: en un par de años, cuando usted quiera saber si dejó prendida la luz de la entrada o si su hijo adolescente tomó prestado el auto que usted le prohibió conducir, simplemente puede revisar Google Maps.
Alrededor de 2016, Skybox será capaz de tomar imágenes completas de la Tierra dos veces al día, con una resolución que hasta la semana pasada era ilegal vender de forma comercial, todo con sólo media docena de satélites.
Cuando toda su flota de 24 satélites esté funcionando en 2018, Skybox podrá capturar imágenes de toda la Tierra con una resolución suficiente para grabar, por ejemplo, video en tiempo real de autos transitando por la autopista. Y lo hará tres veces al día.
Se podría pensar que, gracias a los mapas sobre el clima y la vista satelital en Google Maps, esas imágenes ya están disponibles. No obstante, debido a que hasta hace poco era muy costoso construir y lanzar un satélite, eso no ha ocurrido.
En la actualidad hay solamente nueve satélites en órbita que toman imágenes de alta resolución para el mercado comercial, y sus capacidades son regularmente requisadas por el gobierno de Estados Unidos por razones de seguridad nacional.
Eso significa que la mayoría de las fotografías de la Tierra que ha visto la gente son de mala calidad y de hace varios años.
Sin embargo, como descubrí en una visita reciente a Skybox en sus modestas oficinas en Mountain View, California, las imágenes satelitales no son ni siquiera el negocio en el que los fundadores de la compañía se ven a sí mismos.
Al igual que en Google, el negocio de Skybox no son los datos, sino el conocimiento.“Creemos que vamos a cambiar fundamentalmente la comprensión de la humanidad del panorama económico todos los días”, dice el cofundador Dan Berkenstock.
He aquí un ejemplo de lo que está hablando. En 2010, un analista de UBS descubrió que si compraba imágenes de satélite de los estacionamientos de los supermercados de Wal-Mart, podía predecir las cifras de ventas de la compañía antes de que se dieran a conocer en su informe de resultados trimestrales, porque la cantidad de vehículos determinaba la cantidad de compradores en los locales.
“Estamos mirando a Foxconn cada semana”, dice Berkenstock, porque la medición de la densidad de camiones fuera de las instalaciones del fabricante taiwanés le indica a Skybox cuándo será lanzado el próximo iPhone.
Skybox puede determinar cuánto petróleo es bombeando de pozos subterráneos en Arabia Saudita tomando imágenes de los tanques de almacenamiento de crudo. La empresa puede determinar el probable precio de granos con meses de anticipación al medir la salud de cada metro cuadrado de terreno cultivable en la Tierra.
Sin embargo, estos usos conocidos de los datos satelitales —que nunca han estado disponibles en la abundancia que Skybox afirma que puede lograr— son sólo el comienzo. Son las aplicaciones imprevisibles las que podrían ser las más importantes.
Últimamente, Silicon Valley parece la tierra de las valuaciones alocadas, o al menos desconcertantes.
Facebook compró WhatsApp, un servicio de mensajería con ingresos ínfimos y por lo menos media decena de competidores sofisticados, por US$19.000 millones.
Uber acaba de ser valorada en US$18.200 millones en una ronda de financiación de private equity. Incluso Beats Electronics, una empresa con un servicio de música en su infancia y audífonos tecnológicamente inferiores que pueden dejar de estar de moda en cualquier momento, fue valorada en US$3.200 millones por Apple.
Sin embargo, Google acaba de comprar por apenas US$500 millones una compañía que podría tener un mayor impacto en sus resultados financieros y en el mundo más que cualquier otra adquisición reciente del gigante de las búsquedas o de sus pares tecnológicos.
Por 1/38 del precio de WhatsApp, Google compró Skybox Imaging, una compañía que sitúa satélites en órbita a 300 kilómetros de la superficie de la Tierra transportándolos en la punta de los mismos misiles rusos que alguna vez amenazaron a Estados Unidos con la destrucción nuclear.
Y esto es lo que Skybox podría permitirle hacer: en un par de años, cuando usted quiera saber si dejó prendida la luz de la entrada o si su hijo adolescente tomó prestado el auto que usted le prohibió conducir, simplemente puede revisar Google Maps.
Alrededor de 2016, Skybox será capaz de tomar imágenes completas de la Tierra dos veces al día, con una resolución que hasta la semana pasada era ilegal vender de forma comercial, todo con sólo media docena de satélites.
Cuando toda su flota de 24 satélites esté funcionando en 2018, Skybox podrá capturar imágenes de toda la Tierra con una resolución suficiente para grabar, por ejemplo, video en tiempo real de autos transitando por la autopista. Y lo hará tres veces al día.
Se podría pensar que, gracias a los mapas sobre el clima y la vista satelital en Google Maps, esas imágenes ya están disponibles. No obstante, debido a que hasta hace poco era muy costoso construir y lanzar un satélite, eso no ha ocurrido.
En la actualidad hay solamente nueve satélites en órbita que toman imágenes de alta resolución para el mercado comercial, y sus capacidades son regularmente requisadas por el gobierno de Estados Unidos por razones de seguridad nacional.
Eso significa que la mayoría de las fotografías de la Tierra que ha visto la gente son de mala calidad y de hace varios años.
Sin embargo, como descubrí en una visita reciente a Skybox en sus modestas oficinas en Mountain View, California, las imágenes satelitales no son ni siquiera el negocio en el que los fundadores de la compañía se ven a sí mismos.
Al igual que en Google, el negocio de Skybox no son los datos, sino el conocimiento.“Creemos que vamos a cambiar fundamentalmente la comprensión de la humanidad del panorama económico todos los días”, dice el cofundador Dan Berkenstock.
He aquí un ejemplo de lo que está hablando. En 2010, un analista de UBS descubrió que si compraba imágenes de satélite de los estacionamientos de los supermercados de Wal-Mart, podía predecir las cifras de ventas de la compañía antes de que se dieran a conocer en su informe de resultados trimestrales, porque la cantidad de vehículos determinaba la cantidad de compradores en los locales.
“Estamos mirando a Foxconn cada semana”, dice Berkenstock, porque la medición de la densidad de camiones fuera de las instalaciones del fabricante taiwanés le indica a Skybox cuándo será lanzado el próximo iPhone.
Skybox puede determinar cuánto petróleo es bombeando de pozos subterráneos en Arabia Saudita tomando imágenes de los tanques de almacenamiento de crudo. La empresa puede determinar el probable precio de granos con meses de anticipación al medir la salud de cada metro cuadrado de terreno cultivable en la Tierra.
Sin embargo, estos usos conocidos de los datos satelitales —que nunca han estado disponibles en la abundancia que Skybox afirma que puede lograr— son sólo el comienzo. Son las aplicaciones imprevisibles las que podrían ser las más importantes.