Tegucigalpa, Honduras.
La aplicación de las pruebas censales de español y matemáticas vuelve a generar confrontación y hasta insultos contra el ministro de Educación, Marlon Escoto.
El director del Instituto Nacional de Investigación y Capacitación Educativa (Inice), Dennis Cáceres, advirtió ayer que la Secretaría suspenderá a los directores de colegios privados que no apliquen estas pruebas.
El ministro de Educación, Marlon Escoto, anunció que el próximo martes 3 de junio se aplicarán las pruebas censales a los alumnos de primer a noveno grado de las escuelas y colegios bilingües del país, que concluyen clases el próximo mes.
Educación ha encontrado reticencia en algunos colegios para impulsar este proceso de evaluación que tiene dos años, recordó Cáceres.
El año anterior, el único centro de secundaria que no aplicó las pruebas, al menos el único del que se informó públicamente, fue el que dirige el vicepresidente de la Federación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Feniep), Carlos Sabillón, amplió Cáceres.
El año anterior se giraron las instrucciones, se hicieron los llamados de atención y en esta ocasión, en caso de que reincidan en esa falta, el ministro Escoto dio orden de suspender a los directores. Al consultarle sobre este anuncio de Educación, Sabillón dijo: “No sé qué tipo de sanción va a imponer el idiota ese (el ministro). A mí, la vez pasada me mandó un llamado de atención y (dijo) que me atuviera a las consecuencias si volvía a desobedecer. Entonces ahí nos veremos en los tribunales”.
Prosiguió: “Esas pruebas son una farsa y eso lo hemos sostenido siempre porque eso es una farsa. Eso es para maquillar estadísticas, como siempre lo hace él”.
Antecedentes del conflicto
Sabillón y Escoto entraron en conflicto desde inicios del año anterior, cuando el ministro aspiraba a que los egresados de último año de los bilingües hicieran únicamente labores de alfabetización de hondureños adultos para cumplir el trabajo educativo social (TSE), requisito para optar al título de profesional de educación media.
Sabillón esgrimió que al inicio del año escolar, la Secretaría de Educación y la Feniep habían acordado que el TSE consistiría en enseñar inglés a niños de escuelas públicas, construir aulas, donar equipo y materiales de construcción a centros públicos con problemas de infraestructura, entre otros. Estas diferencias hicieron que Escoto y Sabillón entraran en controversia.